De momento me había librado de que llegara a más, pero no siempre tendría una excusa que darle que lo hiciera retroceder. Desde que subimos a la habitación he estado encerrada en el baño, tardando lo más que pudiera en salir y darle cara. No quería compartir la cama con él ni sentirlo cerca de mí, ese lugar ya tenía dueño y de solo pensar en Will, el odio y el dolor se apoderaban de mí. ¿Por qué tuvo que arrebatármelo?
No era el momento de dejar salir mis emociones contenidas, por lo que despejé todo el rastro de las lágrimas que pugnaban por salir y seguí sumergida bajo el chorro de agua, llenándome de fuerza para lidiar con ese desquiciado una vez pusiera un pie fuera del baño.
Tardé demasiado, pero aquello no me importaba. Salí de la ducha y envolví una toalla alrededor de mi cuerpo, percatándome al instante que había una bata de seda junto a esta, una clara señal de que ese tipo había entrado al baño sin yo darme cuenta, puesto que había entrado sin nada y apresurada en el intento de huir de él.
Sequé mi cuerpo y me puse aquella bata sin absolutamente nada por debajo. Me hubiera gustado usar la misma ropa interior, pero eso no era conveniente, así que no tenía más opción que quedarme de esa manera tan expuesta. Tomé hondas respiraciones y me dije a mí misma que podía lidiar con ese loco, antes de salir del baño.
Julen estaba de pie junto a la ventana, vistiendo únicamente una sudadera gris. No traía camisa, por lo que podía apreciar su ancha espalda y esos brazos masculinos y grandes que se delataban aun con la ropa puesta. Estaba descalzo y su cabello húmedo, por lo que debió ducharse en otro baño mientras yo usaba el de esta habitación.
Los nervios se hicieron más visibles a medida que se daba la vuelta y me daba una mirada que me hizo sentir avergonzada y diminuta. Sus ojos recorrieron mi cuerpo con una lentitud que me tenían al borde de un colapso. Pude notar la fiereza e intensidad en sus orbes, la forma en que se contenía para no saltarme encima y romper la supuesta promesa de esperar a que estuviese lista.
Se relamió los labios de una manera que cualquier mujer ya estuviera rendida a sus pies, luego los mordió y sacudió la cabeza con fuerza.
—Me la estás poniendo muy difícil, preciosa —suspiró—. Teniéndote así no podré conciliar el sueño.
—¿De qué lado duermes? —ignoré sus comentarios y sonrió.
—Ponte cómoda en el lugar que quieras de la cama, cabe destacar que si decides hacerte encima de mí no me opondré en lo absoluto. Solo que no puedo prometer mantenerme quieto —me dedicó una mirada lasciva de pies a cabeza—. ¿Quién podría quedarse quieto teniendo a semejante monumento encima?
Me fue invertible no darle una mirada llena de advertencia y fastidio ante su descarado y pervertido comentario, ganándome una carcajada de su parte que me llevó a mirarlo con detenimiento.
Siendo tan atractivo y a veces actuando con tanta normalidad, no entendía por qué debía llegar a esto para tener a una mujer a su lado, si bastaba con su mera apariencia para tener a cualquiera a su entera disposición. ¿Por qué no enamorar de buena manera y sin tantas locuras de por medio? ¿Por qué llegar al secuestro y quién sabe cuantas más cosas solo por tenerme aquí?
Me puse rígida al verlo acercarse a mí, su fragancia masculina no tardó en golpear mis fosas nasales. La yema de sus dedos acarició mis labios con suavidad, mientras él se mordía los suyos y me daba una mirada cargada y que no escondía en lo absoluto lo mucho que me deseaba.
—Te dije que si me seguías dando esas miraditas no podría contenerme.
—No te estoy mirando de ninguna forma —dije, alejándome de su toque, y soltó una risita traviesa—. Estoy muy cansada. Tengo sueño.
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Deseo Enfermizo[✓]
Mystery / ThrillerAmanda es feliz junto a su esposo, sin embargo, su perfecta y maravillosa vida se empieza a desmoronar a medida que su nuevo jefe; Julen Black, hace hasta lo indecible para poseerla y tenerla en sus manos, sin importar el tipo de trucos que use para...