—Gracias por todo lo que me ha ayudado, Sr. Black. Jamás podré agradecerle lo que está haciendo por mí, aun sabiendo que no es su deber ni tampoco está en la obligación de hacerlo —le dije una vez su auto se detuvo frente al edificio que vivía—. Detuvo el viaje y todos sus compromisos por mí...
—No tienes que agradecerme, lo hago porque me nace y de corazón —respondió, dándome una sonrisa apenas perceptible—. Eres más que mi secretaria, Amanda.
Hice el esfuerzo sobrehumano para no llorar. La situación en la que me encontraba me tenía sensible, por lo que su ayuda y sus palabras me reconfortaban un poco en medio del caos que estaba y no sabía siquiera qué camino tomar.
Gracias a él empezaron la investigación cuanto antes y avisaron a muchos países, de no ser así, aun estaríamos esperando alguna respuesta. Y no era solo yo la que buscaba a su esposo, también estaban los familiares del resto de personas que iban en el avión y tampoco había rastro de ellos, igual de desesperados que yo, tratando de saber si estaban con bien.
—Es usted una muy buena persona y no me alcanzará la vida para agradecerle toda su ayuda —le sonreí con debilidad y asintió—. Yo... no sé cuándo regrese a la empresa...
—Por el momento no pienses en nada. Entiendo la posición en la que estás y es muy comprensible que solo tengas cabeza para buscar a tu esposo. Tomate los días que necesites o hasta que todo esté resuelto. Trataré de ayudarte en todo lo que sea posible, así que nunca dudes en buscarme, ¿de acuerdo? Estoy más que seguro que tu esposo estará de vuelta antes de lo que piensas.
—De verdad muchas gracias, Sr. Black —mis ojos se llenaron de lágrimas y me prohibí soltarlas.
—Es con todo el gusto.
Le agradecí por enésima vez, sin saber qué más decirle, y bajé del auto, llenándome de fuerza para entrar al apartamento y no dejarme derrotar en cuanto pusiera un pie en su interior.
No sabía qué era más aterrador, la desaparición de mi esposo o llegar a casa y encontrarme con la soledad.
Pero antes de subir al apartamento, me detuve en una banca y lo pensé por largos minutos antes de llamar los padres de Will. Sabía que decirles sería un duro golpe para ellos, pero no podía callar y dejarlos con la incógnita de lo que estaba sucediendo.
Fue devastador decirle a una madre que su hijo estaba desaparecido, pero aun más escuchar sus llantos y gritos desesperados, necesitando algo que le diera paz y seguridad de que Will estaba bien. Lloré junto con los Sres. Lester, la garganta me dolía y sentía que ya no tenía un corazón en el pecho debido al mismo vacío que sentía en este. Era un dolor que quemaba, que dolía como el infierno y que desgarraba toda esperanza que nacía en lo más recóndito de mí.
Aunque les hice la promesa de encontrar a Will sin importar qué, no podía jurarme aquello a mí misma. ¿Cómo iba a permitirme una investigación así? ¿Cómo buscar por mi cuenta si mis ahorros no alcanzarían a cubrir todos los vuelos que tendría que hacer? Tendría que ir a varios países donde pudieron descender de emergencia, recorrerlos de punta a punta en busca de señales del avión o de alguna vida que nos dé esperanza alguna.
La Corporación Weiss estaba llevando a cabo el protocolo pertinente en este tipo de casos, pero si no hubiera sido por todo el poder que mi jefe posee, no habrían avanzado en cuestión de minutos. El Sr. Black está usando todos sus contactos para ayudarme, algo que no tengo ni la menor idea de cómo pagarle después.
Luego de hablar con mis suegros, llamé a mis padres y me permití desahogar parte de mi angustia y dolor, pero aun manteniendo una entereza que estaba a punto de flaquear. Es como si mi fuerza interna estuviese esperando esa gota que derramara el vaso y todo lo que estaba conteniendo saliera expulsado con fuerza.
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Deseo Enfermizo[✓]
Mystery / ThrillerAmanda es feliz junto a su esposo, sin embargo, su perfecta y maravillosa vida se empieza a desmoronar a medida que su nuevo jefe; Julen Black, hace hasta lo indecible para poseerla y tenerla en sus manos, sin importar el tipo de trucos que use para...