Nada fue fácil, en realidad, ¿quién dijo que lo sería? Los primeros días de trabajo quería salir corriendo y esconderme de todo el mundo, pero me daba fuerzas a mí misma para no dejarme vencer tan pronto. No iba a renunciar y retroceder todo el progreso que, aunque lento, estaba teniendo.
Cada día me convencía a mí misma que no todas las personas que se me acercaban eran malas o buscaban alguna segunda intención en mí. Me decía que debía confiar y no temer por más que me dieran una sonrisa amable o una mirada larga que me hacía sentir incómoda. Sin duda, a los hombres era a quienes más les temía y sentía gran desconfianza y recelo.
Debía atender tanto a hombres como mujeres de todas las edades y algunos no perdían el tiempo en lanzarme algún comentario coqueto. Eran inofensivos y no rayaban lo grosero o lo vulgar, aun así, no me gustaba despertar ese tipo de comentarios en ellos. Me decían que era una chica linda con todo respeto y algunos se atrevían incluso a invitarme a salir o a tomar un café, algo que me cerraba de inmediato y me hacía sentir tensa y muy incómoda, pero no hacían el intento de propasarse conmigo.
En ese aspecto estaba trabajando el doble y con todo mi esfuerzo para mejorar. Pronto todos los comentarios que me dijeran pasarían a un segundo plano y serían simples halagos más a mi beldad, pero de momento no me gustaba recibirlos.
Seguía asistiendo a mis terapias tres veces por semana después del trabajo y mi doctora no dejaba de felicitarme por todo el progreso que estaba teniendo y que se notaba a simple vista. Ahora era más abierta, reía, hablaba y me integraba un poco más. Estaba empezando a soltar todo lo malo, quedándome únicamente con lo bueno, que me hacía feliz y con lo que me hizo feliz y me daba fuerzas para continuar.
Mi apariencia había mejorado muchísimo con el paso de los días, estaba subiendo de peso favorablemente. Me alimentaba mucho mejor y salía a diario a correr con Sheyla y Niklas, en una rutina que los tres habíamos decidido empezar, además de que el hombre se ejercitaba lo suficiente y nos obligaba a mantenernos en forma, aunque algunos fines de semana nos sorprendía con comida grasienta y deliciosa.
Mi amiga, por su parte, había empezado a trabajar con Niklas en la cafetería. Lo ayudaba en todo lo que pudiese al igual que su madre, pues al comenzar de cero, aún no podía darse el lujo de contratar mucho personal, así que los tres se esmeraban en sacar el negocio adelante, cosa que les estaba funcionando porque cada día llegaban nuevos comensales.
Aún recordaba que Niklas me había dicho que esperaba que trabajara con él, pero que entendía si me sentía más a gusto con el Dr. Brightman y no me iba a hacer elegir cuando ya contaba con un empleo —admitía que debió decirme del trabajo antes de la doctora, pero igual que las puertas de su local estaban abiertas para mí siempre que quisiera—, cosa que agradecía, porque, pese a mis miedos, me gustaba trabajar con el odontólogo. Era un trabajo tranquilo y donde estaba aprendiendo muchísimo de algo nuevo e interesante.
Niklas estaba concentrado en su negocio y apenas descansaba por las noches. La cafetería lo estaba consumiendo, pero él mismo decía que valía la pena hacer el sacrificio. Nuestra amistad se hacía cada vez más grande y se fortalecía con el paso del tiempo. Hablábamos mucho y nos apoyábamos mutuamente en todo, aunque a veces lo sentía distante y pensativo, como si algo en su cabeza aún no pudiera tomar la forma correcta y lo estuviera martirizando.
La Sra. Suzanne se veía radiante y feliz, nada comparado a cuando la vi por primera vez y esa tristeza la rodeaba. Estaba feliz por sus hijos, cada uno cumpliendo sus propósitos de manera independiente, como bien decía ella, como debió ser siempre. Ayudaba a Nick en la cafetería cuando podía, puesto que trabajaba con la Dra. Collins los fines de semana con el grupo de apoyo, encargándose de alguna que otra actividad de costura y crochet, un arte que me costaba y me resultaba difícil de aprender, pero que me divertía mucho y me empezaba a gustar.
ESTÁS LEYENDO
Deseo Enfermizo[✓]
Misteri / ThrillerAmanda es feliz junto a su esposo, sin embargo, su perfecta y maravillosa vida se empieza a desmoronar a medida que su nuevo jefe; Julen Black, hace hasta lo indecible para poseerla y tenerla en sus manos, sin importar el tipo de trucos que use para...