Capítulo 14:Un pequeño milagro

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"En esta última sección, se hablará de la última de las cuatro capitales, Teriesaelzen. Fundada al final de la Edad de olvido, es la más antigua de las cuatro capitales. Situada en el corazón del gran bosque de Lordugo, sirve de hogar a elfos y dríadas que deciden aislarse lo máximo posible del mundo. Existen rumores de que en esta ciudad todavía se sabe cómo fabricar enlazadores, pero las relaciones políticas son demasiado ásperas como para comprobarlo. Sus habitantes (dríadas en especial) no toleran que haya intrusos en su bosque y no dudan en terminar con sus vidas llegado el caso. Es la única región de Reguian que utiliza un sistema de estigmas para marcar a sus delincuentes y que todo el mundo sepa que lo son. Su más famosa institución es el cuerpo de Rangers, sus guerreros de élite que tiene dos obligaciones: peinar constantemente el bosque en busca de intrusos y proteger al gobernante del momento con sus vidas"

"1001 datos curiosos de Reguian" por Sosara Hondour, sección política

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-A ver si me he enterado bien. Dos habitaciones, una con una cama y la otra con dos, que sean contiguas-dijo el encargado enano.

-Exacto-dijo Estrik.

-Bien, pues serán...

El encargado empezó a mover sus dedos mientras apuntaba las cuentas en un cuaderno con runas enanas.

-Serán 1 moneda de oro y 20 de plata.

-¿Tanto?

-He metido la comida en el precio.

-Aun así...

-Y todo lo que está bebiendo tu amiga-dijo mientras señalaba la mesa donde estaba Elh.

Estrik dirigió su mirada a la mesa que le señalaba. Elh estaba en mitad de un pulso con un elfo vestido con el mono de minero. El elfo ponía todo su empeño en ganar a Elh, pero ella aguantaba el tipo sin siquiera esforzarse mientras vaciaba otro vaso de cerveza, el noveno de la noche. A su alrededor se amontonaban más personas para animar el encuentro y para apostar. Elh había estado ganando pulsos toda la tarde, pero la gente seguía desafiándola.

-Vamos ¿Es todo lo que puedes hacer?

El elfo soltó un bufido de esfuerzo, tenía roja la cara y la punta de sus pequeñas orejas. Elh pidió que volvieran a llenarle el vaso mientras, lentamente, empezó a bajar la mano de aquel tipo. Se tomó su tiempo para ganar, quería dejar claro que era más fuerte. Finalmente, el dorso de la mano del elfo tocó la mesa en mitad de gritos de entusiasmo de los espectadores, Elh se levantó de la silla de golpe mientras profería gritos de victoria.

-¡Eso es elfito! ¡¿Alguien más quiere medirse contra este monstruo?!-dijo Elh.

El tono de Elh y su cara sonrojada indicaban que estaba borracha. No faltaron tipos que quisieron desafiarla, pero no fue así. Estrik se acercó y cogió a Elh de la mano.

-¿Qué haces?-dijo Elh mientras se tambaleaba.

-Has bebido demasiado, deberías dormir-dijo Estrik

-¡No me da la gana, ya soy mayorcita, que tengo 98 años, joder!-dijo Elh bebiéndose el décimo vaso de la noche.

Elh se subió a la mesa con la intención de ponerse a bailar. Estrik la miró, no con una mirada severa, sino con una mirada de compasión.

-Venga, no sigas haciéndote esto...

Elh chasqueó la lengua mientras apartaba la mirada.

-Lo siento chicos, el pequeño quiere dormirse ya-dijo Elh mientras bajaba de la mesa.

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