Caju acompañó a Tsuki de vuelta al pasillo de las celdas. Aunque el trayecto era corto, resultó bastante incómodo. Ninguno de los dos sentía ahora esa necesidad de dañar al otro. Solo lo habían notado durante un instante, pero de no haber sido por la voz de Estrik, tal vez hubieran empezado a pelear incluso.
-¿Qué te ha dado ahí arriba?-preguntó Caju una vez que notó el ambiente más calmado.
-Quería vengarme de ese tipo por...
Se calló al recordar como la habían desnudado. Le enfadaba el recordarse tan indefensa, odiaba sentirse así, pero tampoco podía hacer gran cosa sin saber defenderse en condiciones.
-No me preguntes, solo quería que se acordase de mi-dijo Tsuki, dando por terminada la conversación.
El joven no se sentía satisfecho con aquella respuesta, pero solo conseguiría enfadarla aún más si insistía. Pasados unos segundos, vieron como Estrik bajaba a toda prisa las escaleras.
-Venga, hay que salir de aquí ya-dijo apresuradamente.
-¿Tiene pinta de que vaya a despertarse pronto?-preguntó Caju.
-¿Despertarse? Nuestra amiga parece tener un pronto muy severo, ese elfo no se volverá a levantar nunca.
Oír aquello fue para Tsuki igual que un mazazo en su cabeza. A pesar de su rabieta, no se pensaba que pudiera matar a alguien. Sus ojos se abrieron de par en par mientras sus manos temblaban.
-¿Qué pasa sacerdotisa, te reconcome la culpa? Pues no debería, ese capullo te hizo pasar el peor rato de tu vida y te vengaste por ello. Nadie te culparía.
-No te pases Estrik-le cortó Caju, tratando de defender a la joven.
-No me estoy pasando, la primera vez que matas a alguien siempre choca. Lo mejor es aceptarlo de inmediato.
-No pasa nada Caju-dijo Tsuki-Yo, creo que... No es la primera vez.
Esta vez fueron ellos dos quienes se quedaron de piedra.
-¿Cómo?-preguntó el ladrón.
-No estoy muy segura, creo que fue...
-Ya lo recuerdo-dijo de pronto Estrik-Si, aquella escaramuza cuando te acercaste a un pueblo con Elh para comprar abrigos y nos sorprendieron un montón de campesinos junto a unos cazarrecompensas. Allí te descontrolaste y comenzaste a disparar esos proyectiles tuyos. Seguramente matases a alguno allí.
-Sí, eso debe ser...
Caju observó a Tsuki. No parecía convencida de aquello, pero le servía para no tener que recordar más. Siendo seguramente el más confundido, suspiró mientras lo dejaba pasar, por el momento.
Siguiendo las indicaciones del ladrón, llegaron al almacén por el que este se había infiltrado. Estrik y Tsuki se vistieron rápidamente, agradecidos de que todas sus pertenencias se encontrasen a salvo. Una vez listos, se dispusieron a salir. La sacerdotisa no tuvo problemas en colarse por el estrecho ventanal, pasando antes su bolsa de hierbas medicinales. Estrik también solo se raspó un poco los hombros de su abrigo, incluso sin tener que apartarse de sus espadas demasiado. El caso de Caju necesitó más tiempo, ya que no quería lastimarse más. La luz del día mejoró un poco el humor de Estrik y Tsuki. Gracias a la claridad, la sacerdotisa se fijó en el estado del ladrón.
-¡¿Cómo te has hecho todo eso?!-preguntó alarmada.
-Es una larga historia, pero no te preocupes.
-Ya claro, déjame curártelas para que no se infecten.
Estaba claro que el joven necesitaba tratamiento, pero hacerlo en ese sitio, con un montón de elfos buscándoles no era lo más acertado. Además, el ladrón no había planeado qué hacer una vez liberase a sus amigos. Decidieron, por el momento, alejarse lo máximo posible de aquel puesto. Callejearon tanto como pudieron, tratando de pasar desapercibidos. De vez en cuando, tenían que esconderse, casi aguantando la respiración, para que no reparase en ellos alguna patrulla. Al final, ante la insistencia de la sacerdotisa, pararon. La joven sacó vendas y una pomada, lo único de lo que disponía, pues no había tenido tiempo de preparar nada más.

ESTÁS LEYENDO
The Last Guardian
Fantasy¿Qué pasaría si alguien se saliera del papel que la sociedad le ha impuesto? En la monótona ciudad de Nilven, el joven ladrón Caju busca su gran golpe para poder vivir a cuerpo de rey sin tener que preocuparse por nada. Cuando se presenta en la ci...