Caju se despertó de nuevo en la cama de aquella blanca habitación. Se incorporó, pero esta vez llevaba puestas sus ropas normales, además de que en la habitación también estaban Elh y Petra, observándole desde la puerta.
-No me digas que he dormido otra semana...-se atrevió a preguntar el ladrón.
-Tranquilo, solo ha sido una media hora-le contestó la semi-dríada-Aunque deberías tener más cuidado, aún estás convaleciente.
-Pero si me encuentro bien.
-Tú no tienes ni idea de lo que te ha atacado, ¿verdad?
Caju no entendía la seriedad que demostraba Elh en aquel momento, no parecía estar de humor para bromas.
-Cuéntaselo tú anda-dijo Elh, mirando a Petra.
La sacerdotisa avanzó un par de pasos mientras se limpiaba las gafas echándoles el aliento.
-Te picó una cobra de medianoche, el reptil más venenoso de Reguian. Un solo mordisco contiene suficiente toxina para matar a tres Bégimos. A pesar de ponerte bajo tratamiento, es un milagro que no hayas muerto, aunque el veneno sigue corriendo por tus venas. Vas a necesitar muchas curas para eliminarlo completamente de tu organismo-empezó a decir Petra.
-Me extrañó el hecho de que una serpiente de esas estuviera allí, no suelen vivir tan al sur-añadió Elh.
Caju se levantó de la cama mientras procesaba la nueva información. Apenas se había sentido al borde de la muerte, le había parecido un extraño sueño.
-Mejor descansa y deja de armar escenitas como la de la azotea. Suficiente es que nos dejen quedarnos aquí mientras te recuperas-concluyó Elh.
-Oye Elh...-empezó a preguntar Caju-Si he pasado mes y tanto en cama... ¿Ha llegado Shuren?
El silencio de la semi-dríada le dio su respuesta.
-La torre ya no existe... Shuren dio su vida para que pudiéramos escapar. Perdona si estoy algo seria, pero ahora no estoy de humor para idioteces como la que has hecho.
El ladrón se sintió culpable. También le invadió la tristeza cuando su amiga le confirmó la muerte del nigromante, pero sabía que a ella y a Estrik les llevaría mucho más superarlo. Elh salió de la habitación, dejándole a solas con Petra.
-Pronto será la hora de tu cura, quédate aquí y espera a Tsuki.
Caju recordó entonces como se había desmayado antes de saber el destino de la muchacha.
-¿Se ha metido en líos?
-La han llevado a una vista y...
Antes de que terminase, Caju se levantó y salió de la habitación casi a la carrera.
-¡Espera! ¡¿A dónde vas?!-le gritó Petra con miedo.
-Coño, no fue culpa suya que me subiera al techo y voy a decirlo.
-¡Las cosas no son tan sencillas, espera!
###
Tsuki se encontraba sentada en el medio de una sala oscura y circular. Sobre ella caía una blanca luz, como si un foco la apuntase directamente. Ante ella, había una mesa donde se encontraban sentadas Liara, Martha y otras dos hermanas superioras.
Liara se retiró la capucha, mostrando un pelo negro perfectamente peinado hacia atrás. Unos ojos fríos como el hielo y una mueca de pocos amigos.

ESTÁS LEYENDO
The Last Guardian
Fantasy¿Qué pasaría si alguien se saliera del papel que la sociedad le ha impuesto? En la monótona ciudad de Nilven, el joven ladrón Caju busca su gran golpe para poder vivir a cuerpo de rey sin tener que preocuparse por nada. Cuando se presenta en la ci...