"Si los magos puros son tan escasos, no se podía consentir que los más poderosos sucumbieran por su propio poder, de modo que se ideó una solución. Se empezó a popularizar el uso de Lazos, tatuajes de símbolos arcanos sobre la piel de los magos, cuya principal función consistía en suprimir su autodestructivo poder. El poder del mago queda parcialmente sellado mientras el tatuaje siga intacto, impidiendo que este lo destruya. Si el Lazo se rompe, el poder vuelve a fluir como un río que rompe una presa, dando al mago una gran subida de sus capacidades, pero acelerando la destrucción de su cuerpo"
"Una solución imperfecta" del Libro Ónice.
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Sombra bostezó enérgicamente mientras metía las cosas que llevaría de viaje en su bolsa. Por culpa del nerviosismo no había podido conciliar bien el sueño, de modo que se puso a leer y el remedio fue peor que la enfermedad, ya que estuvo leyendo toda la noche y apenas durmió unas tres horas.
-Joder, y eso que me tengo ese libro más que leído.
Recogió el libro de encima de la cama. Se trataba de una copia de los cuentos de Voldafir Serkun que casi todos los niños de Reguian leían. A pesar de ser un libro infantil, a Sombra le encantaba el aire oscuro que tenían algunos de sus cuentos. Lo metió en la bolsa, pues nunca viajaba sin él. Estaba comprobando que no se dejaba nada cuando alguien llamó a la puerta de su cuarto con un solo y fuerte golpe. Al abrir la puerta, Sombra se topó con el imponente cuerpo de Gorshnag, quien cargaba con un zurrón de grandes dimensiones además de su hacha de batalla, además de usar su armadura típica orca, que más que proteger estaba pensada para intimidar al adversario.
-¿Lo tienes todo preparado?-preguntó el orco.
-Casi acabo-empezó a decir Sombra entre bostezos.
Sombra volvió a su bolsa mientras Gorshnag entraba, debido a su estatura, tuvo que agacharse para atravesar la puerta.
-¿Necesitas tanto?-preguntó Gorshnag mientras observaba el equipaje de Sombra.
-Siempre hay que sorprender al adversario. Cuantos más trucos lleve mejor será.
Gorshnag pasó la vista por todo lo que quedaba sobre la cama. Cuchillos para arrojar, bolas de un color púrpura que identificaba como bombas de humo y pequeñas bolas de polvo de tabasco, además de la ropa que todavía no había sido preparada.
-Los ladrones os servís de los trucos más curiosos para pelear-dijo Gorshnag.
-Cualquier método es bueno si te llevas la victoria ¿Qué sentido tiene morirse por honor o por hacer las cosas del modo que otros consideran correcto?
Gorshnag no contestó, habían tenido la misma discusión miles de veces y nunca se ponían de acuerdo. Sombra se apresuró a meterlo todo en su bolsa y ambos salieron a donde esperaba el resto del grupo.
Al llegar al punto de reunión pudieron escuchar un gran griterío. El resto de Fauces que debían ir a la misión estaban en círculo mientras vitoreaban y vociferaban.
-¿Qué es lo que pasa?-preguntó Sombra.
De pronto Sombra reconoció a uno de los integrantes de ese corrillo. Pudo ver a Lilith, dando saltos y gritando para animar.
-¡¡Eso es, pártele la puta cara!!-gritaba la Melnix entre otras cosas.
Sombra se acercó rápidamente a la Melnix para comprobar que estaba pasando.
-¡Lilith!
-¡Sombrita! ¿Dónde te habías metido?
-¡¿Qué demonios pasa aquí?!
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The Last Guardian
Viễn tưởng¿Qué pasaría si alguien se saliera del papel que la sociedad le ha impuesto? En la monótona ciudad de Nilven, el joven ladrón Caju busca su gran golpe para poder vivir a cuerpo de rey sin tener que preocuparse por nada. Cuando se presenta en la ci...