En mi corazón (Robert Downey Jr.)

CAPÍTULO 11: AT THE SAME BEAT

"¿Como hace para verse tan guapo? Ay Cata, ¿acaso olvidas que él es guapo de nacimiento?"-pensé. Me vio, me sonrió y camino hacia mi mientras se acomodaba su sombrero tipo Fedora y deslizaba sus gafas hasta la punta de la nariz, la verdad es que parecía como escena de película. Sonreí por mi pensamiento.

-¡Cata! Te ves... te ves muy bien –dijo mientras me miraba de arriba hacia abajo, y acomodo de nuevo sus gafas- Muy bien. Me gusta tu look. 

Me sonroje de manera escandalosa. -Gracias Robert. Tú también te ves muy bien... ¡Como siempre!

Robert sonrió- Bueno, ¿entramos? Ya tengo un sitio para que estemos más cómodos. Créeme que esta noche esto estará a reventar.

Asentí y me agarre al gancho que me mostraba con su brazo. Entramos por una puerta en la que casi no había fila. Nada más fue entrar y sentir el ambiente de diversión y euforia típico de una noche de sábado en una disco, ahora entendí el porqué de la fila tan larga. ¡El lugar era realmente impresionante! Enorme y lleno de luces y gente por doquier, en ese momento me encanto el lugar. Nuestra mesa estaba en un lugar tipo balcón del cual conté otros nueve en la disco (¿a qué horas los conté? Bueno, es justo saber dónde se está por si alguna urgencia) y de los cuales se veía perfectamente la pista de baile y se tenía acceso a ella sin problema. En nuestro balcón, había también otras tres personas: Jimmy y Lukas Moss con su pareja. Lukas es el dueño y anfitrión del bar y Robert era su invitado especial, al parecer se conocen ya hace un tiempo. 

No acostumbro a beber licor fuerte, así que aproveche que teníamos mesero personal y me decidí por los diversos tipos de cocteles que ofrecían, mientras que ellos compartían una botella de Jack Daniel's. La música estaba totalmente bailable, así que después de la segunda o tercera copa, Robert y yo estábamos bailando en la pista. Confieso que amo verlo bailar, en un inicio me dieron muchos nervios "¡Robert quiere bailar conmigo!" –pensé en cuanto me invito a bailar, y me preocupe porque quizás lo pisaría o algo así, pero no. ¡Ufff! ¡Qué alivio! La verdad es que la pasamos genial bailando, él es un sexy bailarín y yo tengo que agradecer mi sangre latina. No soy la mejor bailarina pero me defiendo. 

Después de bailar un buen rato, fuimos de nuevo al balcón donde estuvimos charlando de nuevo.

-Cata, ¿que tal mi disco?, dame tu opinión –pidió Lukas muy alegre.

-La verdad es que esta increíble. Te felicito Lukas, seguro será un éxito –respondí mientras alzaba mi Bloody Mary en señal de brindis.

Vi cómo me sonrió y llamo a uno de sus trabajadores, le dijo algo al oído y este se fue. Luego volvió a hablarme. -Gracias Cata –dijo sonriendo- ¿Sabes? Ya que Robert es mi invitado especial y tu su acompañante, pasas a ser también mi invitada especial, así que quiero hacer algo en honor a tus raíces.

Iba a preguntar a que se refería con eso, pero justo lo entendí al escuchar los primeros acordes de un sonido muy familiar para mí.

-¡Salsa! –exclame sorprendida y emocionada- ¡Hace mucho no bailo Salsa!

-Bueno, tengo referencias de que las mujeres latinas traen el ritmo en las venas. Así que, quiero hacerte ese honor.

Sonreí de forma amplia al igual que todos, y sin pensarlo dos veces me levante y tome de la mano a Robert para llevarlo a la pista. Vi en su rostro un poco de negación, pero esta desapareció al escuchar la aprobación de los demás ocupantes de la mesa lo que hizo que Robert me siguiera sin problema.

-¡Te podría pisar! –exclamo sonriendo y algo preocupado mientras llegábamos a la pista- No soy de estos ritmos...

-¡Como crees! –Respondí sonriendo- Si bailas un ritmo, bailas cualquiera. Ahora, ¡si no sabes yo te enseño! No soy la más experta, pero como dijo Lukas eso se lleva en las venas –dije mientras ponía su mano derecha con la mía y su mano izquierda en mi cintura, lo que provoco un corrientazo por todo mi cuerpo.

Empezamos a bailar y yo lo guiaba a él, la verdad fue fácil que se adaptara. 

Al inicio lo notaba tenso y un poco nervioso, pero al poco rato ya se divertía Y yo... ¡yo ni se diga! Para mí era muy emocionante ver a Robert bailando un ritmo tan latino. ¡Me derretía verlo! Pero ya habíamos bailado mucho, así que nos sentamos. 

Lo que no me esperaba, era lo que vendría después...

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Perdón por tardarme en actualizar. 

¡El estudio me esta absorbiendo mucho! 

Tratare de sacarle mas tiempo, lo prometo.