CAPÍTULO 32: ALGO EMPIEZA A CRECER

1K 81 6
                                    

Pasamos el resto de la tarde conociendo más el jardín, hablamos, reímos, y entre beso y beso esperamos hasta que atardeciera para salir de nuevo hacia Beverly Hills, donde cenamos en un restaurante muy elegante.

Creo que exagerábamos un poco, nos besábamos mucho y aunque caíamos en cuenta de que había varias personas no nos importaba mucho, él tenía razón. No hay nada como besarlo sin temer su reacción porque sería normal, ahora cualquier demostración de afecto sería normal, y eso me encantaba.

***

Robert la tenía allí, en frente de él con una sonrisa esplendida y se sintió muy feliz de pensar que le había dicho que sí.

Llegó a temer mucho que le dijera que no, pero cuando escucho que le decía que sí, se emocionó más de lo que esperaba. Aquello le rectificó lo bueno de su decisión.

Todo era perfecto. Ahora podía aprovechar, y besarla todo lo que quisiera porque era su novia, y nadie podía decir lo contrario.

Hablaron un poco acerca de las posibles reacciones de sus amigos y conocidos, y Cata le contó algo que le bajó un poco la emoción.

—No sabía que irías a Colombia —dijo con repentina seriedad.

—Pues yo no lo tenía muy confirmado sino hasta ayer. Hace mucho no voy y Andrés, mi hermano mayor, cumple años el miércoles. Quede de viajar.

—Entiendo —asintió—. ¿Y cuánto tiempo vas a estar? Espero que no sea mucho —repuso sonriendo un poco.

—Solo hasta el viernes. Tampoco puedo estar mucho tiempo allá si no quiero verme después atosigada con la cantidad de citas que aplace para la otra semana.

—Vaya. Es muy raro —repuso—, empezamos a ser novios hoy y ya estaremos separados unos días —dijo—. Eso no me gusta. Me harás falta.

—Si, es una forma rara de empezar —respondí sonriendo—. Pero ya lo venía planeando desde hace unas semanas, solo faltaba confirmar.

—Me imagino. ¿Y piensas contarle a tu familia lo de nuestra recién iniciada relación?

—Pues creo que sería lo mejor, ¿no? Digo, no sé cuándo vuelva a viajar y prefiero contarles las cosas en persona antes de que se enteren por otro medio... Ahora, si crees que no es necesario pues no hay problema, seria después.

—¡No! No, creo que es buena idea. Seguro la relación saldrá a flote en algunas semanas si no es que en días. Tienes razón en contarlo personalmente. Creo que yo también lo hare con mis hijos y mis padres.

—¿De verdad? —pregunté sorprendida, asintió sonriendo—. Bueno... ¡Vale!

—¿Si? —cuestionó—. Pensé que preferirías que esperara un poco antes de contarlo a mi familia.

—No tendría porque Rob —dije acariciando su barba—. Me parece bien, así ellos saben que les tienes confianza como para hablar de esas cosas, es buena idea

—¿Te gusta mi barba? —preguntó sonriendo al ver que aún se la estaba acariciando.

—Si, pero ¿porque lo preguntas?

—Bueno, lo que pasa es que como ya terminé con todo esto de Los vengadores por el momento, quizás no la veas mucho por acá, me la quitare —dijo—. Pero si te gusta, me la puedo dejar... —repuso con picardía.

—¿Harías eso? ¿Te la dejarías si yo te lo dijera? —pregunté curiosa.

—Si. Eso creo. Si a ti te gusta, te hace feliz, si te hace feliz a ti, a mí me hace feliz también —declaró—. Por eso te pregunto.

En mi corazón (Robert Downey Jr.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora