CAPÍTULO 64: MADNESS

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—Mamá, ¿por qué no tocas antes de entrar? —preguntó haciéndose el enojado, pero a punto de reír.

—La puerta estaba abierta —respondió alzando su cabeza e intentando verme, me acurruqué aún más mientras sentía como el calor en mis mejillas aumentaba—. Además, es mi casa...

—Perdón Elsie mis fachas, de verdad, no era mi intención —dije tratando de excusarme, pero me interrumpió.

—Ya no te preocupes, de todas maneras, no es la primera vez que veo algo así, ¿olvidas que soy mujer también? Eso mismo que tienes tú lo tengo yo o lo tuve hace años —respondió—. Quizás sí deberías ser más reservada, el resto de personas son hombres y no darías muy buena imagen —agregó.

—¡Mamá! —gruñó Robert.

—¿Que? —dijo—. Como sea, solo venia para ver si ya se acomodaron y avisarte que tu papá quiere llevarnos a ver el pedazo de playa que rentó para nosotros —agregó mientras salía y cerraba la puerta. Suspiré y me senté en la cama mientras Robert se paraba riendo y me miraba.

—¿Y ahora de que te ríes? —pregunté aun avergonzada—. No es gracioso.

—Si lo es —respondió, negué con la cabeza—. Amor no te preocupes, ¿acaso no la escuchaste? Tiene razón, es mujer.

—Pues si Robert, pero habrá pensado que soy de esas muchachitas que no tienen vergüenza por nada —respondí parándome—. Además, fue tu culpa, tú me besaste —dije reprochando.

—¿Mi culpa? —preguntó haciéndose el enojado, asentí—. Claro que no, ¡tú me seguiste la corriente! —respondió-. En todo caso, la culpa es tuya por tener ese sexy cuerpo latino que me inspira muchas cosas —agregó casi abrazándome, sonreí.

—Estás loco —dije separándome, y caminando hacia el baño de nuevo.

—¿A dónde vas? —preguntó.

—¿Como que a dónde? —respondí—. Me pondré de nuevo el vestido —dije cerrando la puerta, pero abriéndola de nuevo—. Y tú me llevaras a comprar ropa adecuada, ¿sí?

—¡Como ordene Su majestad! —dijo con gracia mientras hacia una venia, me reí y volví a cerrar la puerta.

Me puse el vestido, hice una trenza en mi cabello y me puse de nuevo el sombrero. Robert me prestó unas sandalias de playa y salimos hacia el centro de la ciudad donde compramos un bikini y un par de mudas de ropa. Regresamos después de un rato a la casa y los empleados nos avisaron que ya todos se habían ido a la playa así que Robert y yo entramos a cambiarnos. Él solo se quitó el pantalón y quedó con la pantaloneta que traía debajo, yo si me demoré un poco más mientras me acomodaba el traje de baño que compramos, un estampado de dos piezas. Me puse unas gafas oscuras y un pequeño sombrero.

Salimos hacia la playa y no pude negar mi embelesamiento por el hermoso paisaje que tenía frente a mí, llegamos al lugar en donde todos estaban ya acomodados, un espacio también muy agradable. Indio jugaba con Exton en una orilla mientras que Robert Sr. y Elsie hablaban en el jacuzzi. 

 

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En mi corazón (Robert Downey Jr.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora