En mi corazón (Robert Downey Jr.)

CAPÍTULO 49: DEAR BRO'

—Andrés... —repuse con advertencia tratando de hacerle saber que no voy a permitir que haga sentir mal a Robert, y parece que funcionó porque relajó su mirada.

—Robert, el actor. Robert, ¿puedo llamarte así verdad? No soy muy de formalidades —dijo.

—Si no te preocupes, tampoco soy partidario de ellas, Andrés —respondió algo más tranquilo.

—Miren muchachos —dije levantando a Exton—. Él es Exton, el hijo menor de Robert. —Luego mire al niño—. Nene, ellos son mis hermanos.

—Hey, es idéntico a Robert —dijo Andrés—, ¿cierto, Kevin? —preguntó.

—Si —dijo sonriendo y mirando a Robert, a lo que sonrió—, se parecen bastante.

Después de reclamar las maletas y llevarlas al auto de Robert, nos dirigimos a un restaurante. Mis hermanos conmigo en mi auto y Robert con Exton.

Mientras íbamos hacia el restaurante les comenté a mis hermanos acerca de la actitud que no quiero que tengan hacia Robert, Kevin como siempre asintió y negó tener mala actitud alegando querer unos días de descanso, y Andrés solo asintió con cierto recelo. Nos volvimos a reunir con Robert al llegar y mientras mis hermanos iban a separar la mesa, Robert y yo fuimos a acomodar a Exton en la sección infantil junto a los demás niños, la conversación que íbamos a tener sería demasiado aburridora para alguien de su edad.

Lo dejamos comiendo y luego llegamos a la mesa donde mis hermanos ya nos esperaban para ordenar, hicieron buena elección de lugar ya que quedamos justo al otro lado de cristal que dividía la sección infantil y desde donde podríamos ver perfectamente a Exton. Andrés pidió una pechuga de pollo en salsa de piña y soya, Kevin pidió estofado de ternera al igual que Robert, y yo pedí una brocheta de salmón con una botella de champagne rosada para beber. Empezamos a cenar y como era de esperarse empezaron las preguntas, era hora de que Robert conociera a mis hermanos y de que ellos lo conocieran a él.

Obviamente el que empezó a hablar después de un largo silencio fue mi Andrés. Es un hombre a quien nunca le faltan las palabras contrario a Kevin, y no es que eso sea malo, pero se vuelve molesto cuando solo se habla de uno y así es él. Lo que llevaba hablando era solo acerca de sus estudios y su trabajo como decano de la facultad de educación. Robert estaba concentrado en sus relatos, quizás le hacía bien escuchar para conocerlo mejor, pero como a mí no, hubo un momento en que decidí empezar a hablar acerca de Kevin y su trabajo en las fuerzas armadas, para ser más específicos de la fuerza aérea.

—Debe ser un trabajo bien interesante, ¿no Kevin? —preguntó Robert—. ¿Qué es lo que te toca hacer específicamente?

—Bueno no es aburrido —respondió—. En un inicio me mandaban en ciertas misiones, pero con el tiempo me empezaron a poner en otros apartados. Se podría decir que soy algo así como un ingeniero —explicó—, me encargo de todo lo que tiene que ver con el diseño y construcción de los aviones y jets de uso militar. Planos, medidas, materiales, armas... todo eso —agregó haciendo una mueca desinteresada.

—Vaya, de verdad debe ser muy interesante —repuso Robert.

Se produjo otro espacio de silencio muy incómodo mientras seguíamos cenando, miré a Robert quien miraba por momentos a Andrés y a Kevin y luego a su comida algo incómodo, miré a Andrés que miraba escudriñando a Robert y luego miré a Kevin quien por momentos miraba a Robert y por momentos miraba el resto del restaurante. Por fin Andrés rompió de nuevo el silencio.

—Bueno Robert, ¿y tu estas grabando ahora película? ¿O que estás haciendo? —preguntó.

—No, por el momento estoy descansando —respondió—, no tanto descansando —corrigió—. Estoy terminando de grabar mi narración para un especial de televisión, pero aparte de eso no más, por el momento.