En mi corazón (Robert Downey Jr.)

CAPÍTULO 18: REMEMBERING IS RELIVING (PART TWO)

—Bueno Rob —suspiré—, en mi vida solo he tenido dos parejas. Mi primer 'amor' fue cuando tenía 19 años, en Colombia, era un chico de mi carrera y éramos grandes amigos. Es más, creo que era mi único amigo. En la carrera no tienes mucho tiempo para la vida social, así que siempre hacíamos los trabajos y demás juntos, él era el mejor de la clase y pues yo no me quedaba atrás, así que creo que eso influyo un poco más... decidimos iniciar algo serio —me detuve para examinar la expresión de Robert, estaba muy atento.

—Y... —aclaró su garganta— ¿Puedo saber su nombre? –preguntó dudoso

—Claro —Respondí—. Se llama Fernando, y es una de las mejores personas que conozco.

—Bueno entonces eso quiere decir que él no es un error de tu pasado —dijo, asentí—. Entonces, ¿qué paso?

—Simplemente no terminó de funcionar —respondí—. Nos llevábamos tan bien como amigos, que era difícil vernos como algo más, así que porque no mejor seguir siendo amigos —sonreí—. Fue una gran decisión, no cambió nada y nos graduamos juntos como grandes amigos —suspire—. Duramos 2 años de novios, y fue... —dude un poco— el primer hombre de mi vida en todo aspecto—. Robert asintió, dándome a entender que entendió lo que quise decir y eso me relajo—. Agradezco que haya sido mi primer amor, porque fue especial, como debe ser un primer amor, no hubo dolor solo grandes momentos. Él ahora está en Francia, es pediatra y de vez en cuando hablamos.

—¡Vaya! Es una linda historia —dijo sonriendo—. Me da gusto saber que tu primera experiencia amorosa haya sido agradable, en estos tiempos los jóvenes le restan importancia a ese tipo de cosas —agregó haciendo una mueca que me hizo sonreír, continuó—. Pero...

—Si. Pero... —continúe su suposición— pero ahora esta Gregory, y con el todo fue diferente... —Robert asintió, lo que me dio paso a continuar. Aclaré la garganta y seguí— Gregory... A Gregory lo conocí cuando tenía 23 años, llevaba un año aquí en L.A en la especialización y lo conocí gracias a algunos amigos en común —suspiré y sonreí— ...muchos amigos en común: mis compañeras de clase me presentaron a unos chicos que nos presentaron a otros chicos y entre esos chicos estaba él. Desde un inicio, surgió una conexión entre los dos. Nos llevábamos muy bien a pesar de que él es algo mayor que yo, en ese momento estaba terminando su maestría en psiquiatría criminal en la misma universidad, también era médico, pero se especializo en psiquiatría general y ahora criminal...

—¿Psiquiatría criminal? –Preguntó—. Creí que eso solo se veía en la ficción, ¿qué es?

—Bueno, son los psiquiatras que evalúan el comportamiento y la mente de los delincuentes, sobretodo asesinos —respondí—. Es poco común, y eso me intereso aún más. Teníamos muchas cosas en común y yo admiraba su forma de pensar e independencia. Además, se podría decir que tú nos uniste más en cierta manera —vi como arrugo el ceño así que le explique—. Gregory también es un gran fan tuyo, cada vez que había una película tuya en cine íbamos a verla el día del estreno y lo disfrutábamos tanto que mientras durara la película en cartelera íbamos mínimo 10 veces a verla, y cuando no había películas que ver en cine nos reuníamos en su casa o en la mía a ver tus películas y a hablar de ellas.

—Pensé que él decía admirarme solo para quedar bien —sonrió.

—No, él si te admira mucho—. Sonreí—. En fin, la relación duró un año medio —dije—, él me acompaño en la graduación y en el inicio de mi trabajo por lo que mis colegas lo conocen. Había grandes cosas que nos unían, sin embargo, un día todo cambio. Ya no era igual, se distanció mucho y si acaso hablábamos por teléfono, la relación se fue a pique y duramos así unas semanas. Cuando decidí, con mucho dolor, ponerle fin a la relación, todo se arregló y como aun lo quería pensé en otra oportunidad. Todo volvió a ser como antes, pero después empeoro —sentí como se me nublaron los ojos. "No, llorar no...", rogué para mis adentros. Sentí como Robert apretaba mi mano lo que me dio seguridad y seguí—. Ya no solo era distante, sino que era irrespetuoso, mentiroso, me tomo como un objeto... sexual, prácticamente solo me buscaba para eso y hasta agresivo se ponía... —. Robert dio un respingo y se tensó.

—¿Agresivo? —preguntó serio— Cata, ¿ese hombre te golpeó? ¿Te llego a golpear?

El semblante de Robert se preocupó. Si ese hombre se había atrevido a golpear a Cata... No quería ni pensarlo. Miró a la chica que tenía frente a él y admiró su fortaleza por lo que estaba haciendo, jamás imaginó que hubiera tenido que vivir eso y la apreció aún más, sin embargo, no soportaba ver sus ojos a punto de reventar en llanto. Estuvo a punto de detenerla, no quería ser el causante de sus malos recuerdos, pero vio como de repente se reconstruyó y reconoció en el fondo aquella chica valiente que sabía que guardaba en su interior... Estaba despertando muchas cosas en él, tanto, que no deseaba escuchar lo que estaba pensando. ¿La habrá golpeado?