CAPÍTULO 65: ELSIE, ELSIE

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"¡Diablos!", pensé, "¿Dónde carajos estas Robert?".

—¡Elsie! —exclamé con sorpresa—. No te escuché —dije. En realidad, fue lo único que se me ocurrió.

—Solo pasaba a avisarte que ya casi está el desayuno, Robert y su padre lo están haciendo. Arréglate —dijo y salió cerrando la puerta.

Me paré rápidamente y me metí al baño, me di una ducha rápida y me puse un conjunto de la ropa que Robert me había comprado. Una larga falda vaporosa, una blusa sencilla y unas sandalias, no me puse sombrero y preferí dejarme el cabello suelto solo con una pequeña diadema que detuviera mi capul. Bajé a la cocina y efectivamente allí estaban Robert y su padre, Robert Sr. fue a acomodar la mesa mientras Robert terminaba de picar una fruta, aproveché y me acerqué a él.

—Robert, ¿me puedes explicar por qué no me despertaste? —pregunté.

—¿Despertarte? Pero si te veías tan tranquila —respondió metiéndose una uva a la boca mientras me pasaba una, la recibí y también la comí.

—Robert, ¿sabes quién me despertó? —pregunté, negó con la cabeza—. ¡Tu mamá! —dije, se sorprendió, pero se le pasó al instante.

—¿Y? —cuestionó con calma.

—¿Como que y? —repetí—. ¡Robert estaba desnuda! ¡Tu mamá me pilló desnuda otra vez!

—¿Como? —respondió alzando las cejas—. ¡No me digas que te moviste! Cuando salí de tu cuarto estabas cubierta con la sabana...

—Bueno pues no estaba totalmente desnuda —aclaré—. Solo la espalda, y creo que las piernas... ¡Pero creo que fue muy obvio! No debiste dejarme sola —agregué y me fijé que traía una venda en su mano—. ¿Por qué te vendaste? ¿Te lastimé mucho? —pregunté tomando su mano y empezando a quitar la venda.

—No, no tanto —respondió, terminé de quitarla y tenía la mano un poco hinchada y aun se veía la gran marca de mis dientes.

—¡Vaya! Robert esto se veo feo —dije—. Por poco y te pude haber roto la piel o un vaso sanguíneo —agregué mirando la herida, sentí que rio y lo miré.

—¡Lo sé! Eres una salvaje —dijo con voz ronca y ojos brillantes, fruncí el ceño y soltó una carcajada.

—¡Hey! Fue tu culpa —dije también riendo y poniendo de nuevo la venda, agaché de nuevo la mirada.

—Amor —repuso poniéndose enfrente de mí y tomando mi cara entre sus manos, lo miré—, ya no te preocupes.

—Rob, ¿cómo no quieres que me preocupe? Me importa mucho caerle bien a tu mamá, pero no sé porque siempre coincidimos en situaciones tan incomodas. No puedo intentar ser alguien que no soy porque confió en que puedo caerle bien tal como soy, pero aún no se da el momento perfecto y lo peor es que no tengo toda mi vida para intentarlo, ella no siempre vivirá con nosotros —dije algo alterada—. Con tu papá todo va tan bien, pero no sé porque con ella no, no entiendo.

—Qué te parece si hablo con ella —respondió sonriendo dulcemente—. Le puedo pedir que sea más tolerante contig... —agregó, lo interrumpí.

—No Robert, no quiero que ahora piense que tú tienes que hacer todo por mí —repuse—. Solo tengo que encontrar la forma de demostrarle que la imagen que se está formando de mi es irreal, es de los peores momentos y eso no cuenta —dije, en eso entró su padre a avisarnos que ya la mesa estaba puesta.

Nos sentamos a la mesa y se dio una conversación muy amena en la cual poco participó Elsie, al parecer estaba concentrada en el periódico del día.

En mi corazón (Robert Downey Jr.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora