—¡No puedo creer que seremos padres! —dijo emocionado—. ¿Por qué no me lo habías dicho?
—No lo sabía, me acabo de enterar —repuse—. No creí que te emocionara tanto Rob —confesé.
—¡Cómo no! Ser padre es de las mejores experiencias que he tenido y más aún ahora si es contigo que eres la mujer que amo... —agregó al tiempo que me abrazaba, lo abracé también y no logré evitar las lágrimas de felicidad.
—Rob, aún hay que confirmarlo con un examen de sangre y tener una cita para saber cuánto tengo —dije al separarnos mientras él limpiaba con delicadeza mis mejillas.
—Claro, ¿te parece si lo hacemos en Venecia? —preguntó, asentí—. ¿Y cuando les diremos a los demás?
—Creo que es mejor esperar un tiempo, no quiero que mi familia piense que me casé contigo por el embarazo, ¿estás de acuerdo? —pregunté.
—Me parece perfecto, ¿cuando lleguemos de Venecia? —preguntó a lo que asentí conforme. Se quedó un momento contemplando la prueba en sus manos y luego me miro de nuevo—. Te amo Cata, te amo como creí que no se podía amar —murmuró con ojos brillantes logrando enternecerme.
—El amor no tiene límites Rob, y te lo digo por experiencia propia... tampoco creí poder amar de la manera en que te amo —dije, me dio la prueba y la guardé de nuevo.
Estuvimos durante un par de horas más después de la cena y luego tomamos el avión que nos llevaría a Italia no sin antes despedirnos de todos nuestros invitados y de nuestros familiares. Tomamos el avión privado de Robert y para el amanecer ya estábamos aterrizando en Venecia, desde el avión pude apreciar con asombro el lugar en el que pasaría las próximas dos semanas y cuando aterrizamos creo que parecía niña chiquita entre tanta belleza. Un bote nos llevó al hotel Danieli donde Robert había pagado por la suite matrimonial y creo que al entrar allí también se me iban los ojos de lo elegante y sofisticado que era todo, Robert dio una propina al botones y luego quedamos solos en nuestra habitación. Me tiré en la cama después de tan largo día y largo viaje.
—¿Te gusta? —preguntó mientras se quitaba el saco y se recostaba en una esquina de la cama.
—Esta increíble Rob —aseguré—. Y esta cama está demasiado cómoda, como para no salir en varios días... —agregué enterrando mi cabeza en la almohada.
—Esa es la idea —replicó coquetamente mientras se acercaba a mí con la intención de besarme en los labios, pero en vez de eso besó mi cuello tomándome desprevenida y causándome cosquillas.
—¡Hey! Rob... ya... ya no más —dije entre risas, se detuvo—. ¿Acaso quieres jugar? —pregunté jalándolo de la corbata.
—Me encanta jugar contigo —respondió sonriendo. Lo seguí jalando hasta que estuvo cerca y me acomodé encima de él, entre risas sentí como bajaba el cierre del vestido mientras nos seguíamos besando.
***
Horas más tarde y después de ducharnos y almorzar fuimos al consultorio más cercano para sacar la prueba de sangre y pedir una cita. Me hicieron el examen y después nos dedicamos a esperar los resultados que saldrían en unos días mientras empezábamos con la gran agenda que programamos con Robert para conocer Venecia.
Días después confirmamos la noticia: si estaba embarazada, y como si hubiera sido la primera vez que nos enteramos la emoción nos invadió. Tuvimos la cita con una ginecóloga para revisar que todo estuviera bien y afortunadamente hablaba inglés lo que me hizo sentir mejor después que durante los días que llevamos allí Robert me sirviera de traductor en varias ocasiones. No negaba que escuchar a Robert hablar italiano era muy sexy pero se podía volver desesperante no entender la mayoría a pesar de la similitud del idioma con el español, aunque ya había aprendido algunas formalidades. Con la ginecóloga se confirmó que todo estaba bien y que tenía tres semanas de embarazo, me hizo las recomendaciones acostumbradas de los cuidados que debo tener siendo madre por primera vez y aunque confesaba que se sentía raro saber que algo se está creando dentro de ti también había cierta emoción, más cuando se tiene al lado a un hombre como Robert quien se ha deshecho en atenciones y cuidados.
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En mi corazón (Robert Downey Jr.)
FanfictionLa vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Si, hace parte de una canción. Y si, también suena a frase cliché. Pero, ¿que sucede cuando el destino te envía de frente contra una de las cosas mas increíbles de tu vida? Si Catalina creía que n...