Dubité unos segundos. —Tienes razón —dije finalmente poniéndome las gafas.
—¡Dios! Lo peor es que ya fueron tres veces que lo hicimos y no nos cuidamos —dijo soltando mi mano y sentándose en una de las sillas al lado de una piscina vacía, lo seguí y me senté en la silla del lado—. Quizás hoy tenia excusa porque no traía condones aquí, pero ayer... tengo condones en la casa y no los usamos —repuso con preocupación—. Cata lo siento, lo siento de verdad.
—Robert no te sientas mal, esto era cuestión de ambos no solo tuya. Yo también lo olvidé, seguro por la euforia del momento.
—¿Eso quiere decir que no estas enojada o preocupada?
—¿Enojada? ¿Porque habría de estarlo?, ¿y preocupada? No —aseguré recostándome en la silla y acomodándome para tomar un poco de sol, miré cómo me veía un poco sorprendido.
—¿En serio no estas preocupada? —preguntó—. Porque yo si estoy algo preocupado. Digo, si hubiera sido solo una vez... ¡pero fueron tres Cata! —Sonreí.
—Bueno, no estoy tan preocupada porque no creo que haya quedado embarazada si es lo que tú crees —repuse—. Robert, no estoy en fase de ovulación. Mi fase de ovulación fue ya hace días, mi etapa de fertilización es dentro de unas semanas. No te preocupes...
—¿Estas segura? —cuestionó con un poco de alivio.
—¡Claro que si Rob! Quizás no soy ginecóloga, pero tengo muy en cuenta mi calendario biológico y estoy un 99% segura de que no estoy embarazada porque no estoy en mi periodo de ovulación.
Silbó con alivio. —Bueno me siento mejora —aseguró—. Aunque no sería mala idea, serian bebes lindos —susurró.
—¿Que dijiste Rob? —pregunté sorprendida—. ¿Tú quieres tener más hijos? ¿Conmigo?
—Si... bueno, ¿tu no?
Lo miré con estupefacción. —Pues si, pero es un poco pronto para pensar en eso, ¿no crees?
—Si, tienes razón es muy pronto —asintió—, pero quiero que sepas que yo no tendría ningún problema.
Asentí con detenimiento. —Me quedo claro Rob, pero para que estemos más seguros y tu más tranquilo mañana me tomaré una prueba de sangre en la clínica.
Asintió y al ver que no diría nada más me acomodé de nuevo en la silla, el sol estaba perfecto, pero de repente todo se oscureció y abrí mis ojos para ver a través de mis gafas ese rostro que tanto amaba haciéndome sombra. Sonrió.
—No sabes cuánto te amo mi princesa —dijo dándome un beso.
Después de estar otro rato hablando regresamos donde Exton. El resto del día lo pasamos unas horas aun en las piscinas, y cuando estaba cayendo el sol jugamos un poco de billar y de ajedrez con Robert. Ya entrada la noche decidimos regresar mientras hablábamos de los planes de esta semana, al llegar a mi edificio no pude despedirme de Exton ya que estaba dormido después de tantos juegos así que simplemente le di un beso en la frente. Robert me llevó hasta la puerta del edificio y antes de despedirnos quedamos en que nos veríamos para cenar al día siguiente. Me contó que en sus ratos libres ha estado haciendo un curso de comida tailandesa y quiere enseñarme algo de lo que ha aprendido a lo que acepté gustosa. Nos despedimos con un corto beso y luego subí a mi apartamento, me di un baño y fue llegar a la cama y caer profundamente dormida. Había sido un día de mucha actividad.
***
Para Robert, aquel día había sido uno de los mejores que había tenido en los últimos años y todo gracias a dos de sus grandes amores.
Después de dejar a Cata en su edificio, regresó a su casa donde le estaba esperando Susan para llevarse de nuevo a Exton. Robert creyó ver algo de disgusto en su expresión cuando Exton le habló de lo bien que la habían pasado con Cata y fue cuando comprobó que en realidad ella había querido arruinar sus planes. Qué bueno que no funcionó, pensó.
Al día siguiente despertó algo tarde y después de almorzar, antes de pasar por todo lo que necesitaría para la cena que prepararía ese día, pasó a saludarla al hospital. Hablaron durante unos minutos en los que le contó que saldría un poco tarde así que le dio las llaves de su apartamento para que él llegara más temprano. De ahí fue al supermercado y compró todo lo que usaría. No es que fuera muy bueno en las compras y tardó un buen rato cuando de escoger marcas se trataba, así que cuando llegó al edificio de Cata ya faltaba poco para que ella también llegara. No tuvo ningún inconveniente con el portero porque ella le había avisado en la tarde.
Llegó, dejó las bolsas en la cocina y cuando se disponía a empezar a sacar todo escuchó un ruido proveniente de la habitación, por un momento llegó a pensar que sería ella, pero luego pensó en que si fuera ella le hubiera saludado.
Sin hacer mucho ruido llegó a la habitación y le sorprendió ver todo a oscuras, pero su balcón iluminado. Cuando se acercó más descubrió a un hombre que inmediatamente le amargó el rato.
¡Qué rayos!
Prendió rápidamente la lámpara y sonrió burlonamente al ver el sobresalto del susodicho.
—Esto no es posible. ¿Como diablos es que entras aquí? —preguntó sintiendo como la rabia empezaba a crecer en él. Lo miraba y no podía dejar de pensar en todo lo que le había hecho a Cata.
—¡Ja! ¿Quién lo diría? —respondió Gregory sonriendo—. Downey Jr. en casa de Catica. Era de esperarse...
—Deberías irte Gregory, pierdes tu tiempo.
—No pierdo tiempo, vengo a hablar con ella no contigo.
—Pues ella no está, yo estoy a cargo de su casa así que te puedes ir —dijo intentando controlar su ira.
—Pues entonces la espero —dijo sentándose en la cama.
Aquel acto de cinismo fue la gota que rebosó la copa. Robert no soporte más y fue directo hacia él levantándolo del cuello de su camisa.
—Pues entonces yo mismo te sacaré como te mereces —replicó—, ¡como un perro! —repuso arrastrándolo fuera de la habitación.
Aunque Gregory se esforzó por soltarse de Robert, la rabia que este sentía dentro no le dejaba soltarlo. Tanto asi, que casi le rompía la camisa de lo fuerte que lo tenía agarrado. Sin embargo, al llegar a la sala aflojó y se soltó de él dándole un rodillazo seco en el estómago que le hizo marear un poco, pero que reaccionó lanzándole un certero puño en la cara dándole algo de ventaja al tenerlo tirado en el piso. Lo levantó de nuevo del cuello y esquivó otro de sus golpes dándole uno en las costillas. No era partidario de la violencia, pero Dios sabía que disfrutaba dándole su merecido a ese tipo. Cada golpe que le daba le recordaba a Cata contándole lo que ese hombre le hizo y no podía detenerse.
Estaba tan concentrado que ni siquiera notó cuando ella llegó.
***
Traté de salir lo más rápido que pude del hospital porque me moría de ganas de ver a Robert. Estoy loca por él, no había la menor duda.
No desaproveché ningún minuto y tan pronto salió el ultimo paciente aparecí literalmente en mi auto conduciendo a casa. Llegué a mi edificio y me di cuenta que aun traía la bata puesta así que la tuve que dejar en el carro. El portero me avisó que Rob ya había llegado así que también subí corriendo. Estaba a punto de abrir la puerta cuando escuché ruidos adentro. En un principio no me preocupé mucho pero luego si cuando reconocí el sonido de algo que se rompía.
Abrí y la sorpresa que me llevé fue grande al ver toda la sala patas arriba y a Robert peleando. ¿Con Gregory? No sabía que hacer así que simplemente cerré la puerta lo más duro que pude, pero ni aun así reaccionaron. Decidí hablar, o mejor gritar.
—¿Pero que está pasando aquí? —pregunté al borde de un ataque de pánico.
++++++++++
¡Y se armó la pelea!
A ver, a ver, ¿a quien le van? XD
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En mi corazón (Robert Downey Jr.)
FanfictionLa vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Si, hace parte de una canción. Y si, también suena a frase cliché. Pero, ¿que sucede cuando el destino te envía de frente contra una de las cosas mas increíbles de tu vida? Si Catalina creía que n...