CAPÍTULO 61: PARTE DE MI

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Robert y Susan estuvieron en el hospital prácticamente todo el resto del día.

Susan se fue al caer la tarde ya que no canceló su viaje a pesar de que era lo que quería, Robert no lo permitió y le prometió que la tendría al tanto de todo.

Exton siguió evolucionando de buena manera y en la noche ya no tenía erupciones en el abdomen, sin embargo, era necesario dejarlo en observación unos días, así que convencí a Robert de que podía ir a dormir a casa y llegar temprano al día siguiente, le conseguiría un pase especial para que no le impidieran las visitas. Se fue después de que se lo repetí como mil veces, y para que estuviera tranquilo decidí que pasaría yo la noche en el hospital y que él me traería la ropa para cambiarme en las duchas de los internistas de urgencias y así lo hicimos. Me fui a recostar en el sofá cama de mi consultorio, pero como no estaba acostumbrada a dormir ahí fue muy poco lo que pude conciliar, di muchas vueltas y a eso de las dos de la mañana aun no dormía nada así que decidí ir a darle un vistazo a Exton. Saqué un café de la máquina expendedora y al entrar a la habitación del niño me sorprendió ver a Robert allí, sentado en un lado de la cama con sus lentes de lectura y un libro.

—¿Robert? —dije, levantó la mirada sorprendido y dejó a un lado el libro—. ¿Qué haces aquí? Deberías estar en casa durmiendo...

—Lo siento, no podía dormir así que decidí venir —respondió—. Me siento mejor si velo su sueño personalmente —agregó mirando al niño que dormía tranquilamente.

—Está bien —dije sonriendo mientras me sentaba a su lado.

El resto de las horas antes del amanecer las pasamos juntos en el consultorio hablando y cuidando de Exton, le expliqué a Robert todo acerca de la enfermedad y le pregunté si él o Susan no tenían antecedentes cardiacos a lo que me respondió diciendo que no sabía.

—Nunca me he hecho de ese tipo de exámenes, y hasta donde sé, Susan tiene muy buena salud —respondió.

—Pues quiero descartar cualquier cosa Rob, así que separaré una cita para que te tomes esos exámenes —afirmé, asintió con algo de recelo—. Rob, no quiero llevarme una sorpresita contigo, y si la enfermedad de Exton es hereditaria nos será más fácil prevenir recaídas futuras —dije, luego de eso salió a buscar algo de comer a regañadientes.

Mientras no estaba y yo le daba una mirada a los medicamentos de Exton sonó el celular de Robert, al parecer se le quedó. Se me hizo raro una llamada tan temprano pero el asombro se me paso al ver que era Susan, respondí—. ¿Si?

—¿Es el celular de Robert? —preguntó.

—Si —respondí secamente.

—¡Ah ya! ¡Ah claro! —dijo y escuché que reía—. Nenita, ¿cómo estás? Llamé para ver cómo sigue mi hijo...

—Mejor Susan —respondí—. Asimila muy bien los medicamentos –dije.

Fue poco lo que hablamos y al colgar llegó Robert, le conté todo.

—Algo que no se le quita a ella es que es una gran madre, mira que llamar desde Hawái —dijo sonriendo—. Como sea, la verdad es que no creo que tenga problemas cardiacos, es muy saludable en su rutina

Asentí. —Cambiando de tema Rob con lo del corazón, no sé si recuerdas que te dije algún día que entre mi gran círculo de amigos hay dos parejas muy estables.

—Si, claro que lo recuerdo. ¿Por qué? —preguntó.

—Bueno, Karla y Peter se van a casar —dije sonriendo—. Seré una de sus damas de honor y nos invitó, ¿puedes ir? Es exactamente en un mes.

—Cariño eso no se pregunta, ¡claro que voy! —respondió sonriendo—. Pero ¿seguro que me invitaron? ¿No será que te invitaron a ti y para que no me sienta mal me estas invitando? Es que siento que no les caigo muy bien a tus amigos...

—¡Tonto! Claro que te invitaron, y claro que les caes bien —respondí sonriendo—. Mira la tarjeta —agregué pasándole la invitación.

—'Catalina y Sr. Downey Jr.' ¿En serio? ¿Sr. Downey? ¿No podían poner solo Robert? —preguntó sonriendo.

Reí. —Lo siento, para ellos siempre serás el Sr. Downey Jr. —concluí.

Hablamos un poco más de eso y Robert me recordó la reunión que sus padres tenían programada para conocerme, al parecer seria en tres semanas, pero aun así los nervios empezaron a sentirse en ese preciso instante. Me reconforta saber que a pesar de todo cuento con Robert.

—Eres parte de mi ahora princesa, si por algún motivo ellos no te aceptan, estarán despreciando una parte de mi lo que equivaldría a mí al final de cuentas —me dijo.

Robert me aseguró que se haría los exámenes así que le programé una cita.

Los días pasaron y esa semana culminó con la dada de alta de Exton, todo terminó muy bien con su situación y su recuperación fue exitosa con un par de recaídas que se lograron controlar.

La semana siguiente empezó muy bien, los exámenes que le hice personalmente a Robert salieron muy bien, su corazón es uno de los más fuerte y mejores que he tenido la oportunidad de revisar así que me tranquilizó por esa parte, aunque las dudas de pensar que quizás Susan si sufría del corazón no me las quitaba nadie.

Hablando de ella al parecer llegó hace un par de días de su luna de miel de Hawái. Como es el tiempo legal de que Exton este con Robert pues el niño aún está con nosotros.

Era martes en la noche y mi turno estaba a punto de acabar, se había extendido ya que desafortunadamente uno de mis pacientes no estaba tolerando el tratamiento y le dio un pre infarto, así que salí de cuidados intensivos y decidí dar una vuelta por urgencias antes de irme a casa cuando vi como entraba una camilla con mucha prisa rodeada de enfermeros y detrás de ellos un hombre corriendo.

Ese hombre no es... ¿Richard? ¿El esposo de Susan?

Aun trataba de identificar a ese hombre cuando una enfermera me hizo despabilar.

—¡Doctora Quintero! ¡Qué bueno que aún no se va! —dijo—. Acaba de llegar un paciente con un cuadro clínico que le incumbe a su campo, necesitamos que nos acompañe...

—Claro, claro —respondí mientras caminábamos hacia donde se habían llevado la camilla—. Una pregunta, ¿de casualidad esa paciente no es la Señora Levin? —pregunté con intriga, la enfermera asintió mientras llegamos donde estaba la camilla, abrieron espacio y allí estaba Susan inconsciente.

"¿Susan? ¿Qué te paso?", me pregunté mientras me disponía a revisarla.

Después de revisarla y tener un diagnostico no muy agradable, salí a la sala de espera donde estaba Richard, su esposo, y Robert a quien al parecer le habían avisado.

—¿Que paso nenita? —preguntó preocupado. "¿Y ahora este también me dice así?", pensé, pero preferí concentrarme en lo importante ahora—. ¿Qué tiene mi esposa?

Miré a Robert quien también estaba alerta y luego de nuevo a Richard, suspiré.

—Richard necesito que firmes esto, es una autorización —dije pasándole una tablilla con un documento, me miró extrañado así que le expliqué—. Susan necesita una intervención urgente, debo operarla. 


+++++++

¡Uh oh! 

Exton se recupera y Susan recae, ¿que sera lo que tiene? ¿Y como terminara? 

Por fortuna hoy son cuatro partes, no tendrán que esperar mucho para leer lo que sigue. 

En las próximas horas subiré los siguientes ;)


En mi corazón (Robert Downey Jr.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora