En mi corazón (Robert Downey Jr.)

CAPÍTULO 56: WITH THE RAIN

El abrazo se prolongó unos minutos y luego se separaron de nuevo.

El hombre se dirigió hacia la salida que había al otro lado de la sala y Cata se giró para seguir caminando en dirección a Robert. Este se alejó un poco de la puerta. No había visto bien al hombre, pero lucía simpático, alto, elegante...

¡Dios! ¿Quién es? Cata nunca me hablo de este tipo y la abrazo con mucha familiaridad, demasiada, pensó.

Decidió que le preguntaría quien era ese, porque no le gusto para nada como la abrazó. Estaba celoso.

Cata abrió la puerta y cuando le vio una pequeña sonrisa asomó por su rostro.

"Vaya, creo que no es momento para hacerle preguntas celosas a Cata", se dijo al ver sus ojeras, su expresión cansada y su bostezo aun después de terminar su café. La abrazó y decidió no incomodarla con preguntas tontas a pesar de que estaba impregnada de fragancia masculina.

—¿Y a dónde vamos? —preguntó mientras se acomodaban en el auto.

—¿Recuerdas que te hable de la última casa que compre en June Lake? —Ella asintió—. Bueno, vamos para allá —repuso—. ¿Podemos hablar? —preguntó.

—¿Que tanto dura el viaje? —preguntó como si no hubiera escuchado su pregunta.

—Más o menos dos horas —respondió mirándola.

—¿Te importa si hablamos cuando lleguemos? Estoy algo cansada —repuso somnolienta. Él asintió y vio como sonrió, se acomodó en la silla mientras él encendía el auto.

***

Desperté un par de horas después recostada sobre mi lado izquierdo y me encontré con Robert recostado sobre su lado derecho mirándome y con un trozo de piña en la mano. Sonreí, recibí la piña y disfruté mucho comiéndola, desde ayer en la mañana no probaba algo que no tuviera cafeína. Robert se apresuró a bajarse antes para recibirme, y me encontré con una preciosidad de paisaje.

—¡Dios Robert! Esto es... ¡maravilloso! Precioso, ¡mira ese lago! —dije caminando hacia allí, pero deteniéndome a un lado de la casa y girándome para ver a Robert quien venía sonriendo—. ¿Cómo es que no conocía esto?

—Qué bueno que te guste amor, creo que es buena idea cambiar de aire y más después del día que tuviste —dijo.

—Eso sí, gracias Rob. Esto es muy considerado de tu parte —dije abrazándolo.

***

Robert sonrió de medio lado.

¿Considerado?

Dios, creo que si le molestara enterarse que está aquí no debido a mi consideración sino debido a mi temor de que se entere lo que paso.

Si no fuera porque tenía hambre ya se lo hubiera dicho, pero creía que sería después del desayuno así que preparó una picada de frutas y ella preparó un jugo de naranja.

Subieron al segundo piso y desayunaron en una de las habitaciones con una vista impresionante. Durante el desayuno hablaron de todo menos de lo que le interesaba, pero se veía tan tranquila que ni ganas tenia de arruinarle el momento.

Después le mostró la casa y prepararon también el almuerzo, nada que hablaban de lo importante y empezó a inquietarse hasta que por fin vio la oportunidad mientras estaban frente a la chimenea después del almuerzo.

Parecía que se acercaba la lluvia, así que decidieron encenderla al tiempo que un trueno centelleaba en el cielo.

***