My Trouble (Harry,Louis&Tú)

Capítulo 3

-Cómo digas-respondí, acostándome en la cama de Harry.

Él introdujo la película dentro del DVD, de espaldas a mí. La cama, revalsaba de comida, palomitas, helado, maní e incluso unos bollos de una de la mejores panaderías de Londres. Mi mejor amigo, minutos después, se acostó a mi lado. Su peso aplastó el colchón a mi lado, y su aroma masculino se esparció por la habitación adentrándose en mi nariz.

Ese era el perfume que usaba Logan los días cotidianos. Para las fiestas, solía usar uno más caro, dulce y empalagoso, los cuales detestaba. Él solo reía por el hecho de que yo no quería que ninguna perra se acercase a él. Aún así, he logrado tirar a la basura a sus perfumes caros y deliciosos, o como yo los llamaba ''imán de Zorras''. Y en su lugar dejar los normales y masculinos que tanto amaba, a los cuales denominaba ''repelente para Huecas''

Sin embargo, no se puede hacer nada con Harry. Con o sin perfume, sólo con sus patéticos rulos y ojos todas caían a sus pies...

No es que no pudiese raparlo y sacarle los ojos, pero tirar los perfumes de Logan era más sensillo.

(Narra Louis)

Me encontraba frente a una pantalla en blanco. Mi cabeza también estaba de ese color. No tenía ideas. ¿Qué se debe escribir cuando una escuela secundaria te pide un ensayo anticipado para el primer día de clases? No me dijeron qué tenía que escribir, solo:

-Tomlinson, tenemos que ver tu forma de trabajo y redacción para Lengua, y también tu observación e hipótesis para Ciencias. ¿Crees poder hacer un ensayo de al menos tres páginas sobre cualquier tema científico?

Por supuesto, pensé en decir ''No, anciana, podría quedarme durmiendo en casa.'' A decir verdad, no tenía ningunas ansias de empezar la preparatoria. No tenía ganas de nada, para ser concreto.

Tomé un sorbo de café. No podía hacer nada más. Cerré la computadora de un golpe seco.

En medio de ese silencio espeluznante, escuché unas dulces carcajadas femeninas. Era realmente irónico que en ese silencio terrorífico de mi casa se escuchasen esas risas tiernas de un lugar indefinido. Sonreí, me entraron ganas de estallar a carcajadas. Una risa contagiosamente dulce.

Me acerqué a la ventana buscando a esa chica.

En la casa de al lado, la cual estaba pegada a la mía, pude ver a través de la ventana que una chica no podía respirar por la risa. A su lado, un joven con rulos, sonreía bastante embobado por su risa.

Éramos dos.

Esa risa era completamente contagiosa y no pude evitar reír por lo bajo.

-Esa chica está loca-dije para mí mismo, miestras reía débilmente.

El joven que la acompañaba comenzó a hacerle cosquillas y darle besos en el cuello. Su risa se intensificó.

Supuse que eran novios.