Harry se puso detrás del volante. Yo suspiré, aun con la mirada fija en la casa de Zayn. Ésta rebalsaba de gente, se oía la música desde lejos, se veían a los adolescentes en el jardín. Era todo luces y movimiento. Había decidido largarme de allí, comprendí que no era de las chicas que adoraban las fiestas. Lo cierto es que llegaba a odiarlas, ¿qué era lo que les divertía tanto? ¿Bailar contra un cuerpo ajeno sin conocerlo, y tomar alcohol? En serio, no era lo mío.
Harry suspiró, en respuesta, y se recostó en su asiento. No íbamos a irnos, íbamos a hablar.Perfecto.
-Cuéntame -exigió.
-Deberías estar contento... -No me atreví a mirarlo, pero mi tono era tajante-. Louis ya no estará en el medio.
No sabía cómo había llegado a sonar tan dura, más con Harry. Después de todo, era yo la culpable. No iba a culpar a nadie de nada, e iba a hacerme cargo de mis acciones. Yo lo había arruinado, no iba a llorar más, no iba a ser estúpida.
-¿Qué? -Harry pareció preocupado, no complacido-. ¿Por qué, nena, qué has hecho?
-Lo has hecho tú -respondí tranquila-. Con el mensaje que me enviaste ayer, a Louis no le gustó nada... Y lo cierto, es que tiene razón.
Harry hizo una mueca. No podía creer que lo sintiera realmente.
-Lo lamento, nena, en serio, te juro que no era mi intención.
-¿Qué importa ya? -dije, arrugando la nariz y apartando la mirada, intentando no llorar.
Lo siguiente me sorprendió todavía más: Harry se inclinó, abrió la guantera, y sacó unos pañuelos de papel. Me los tendió, y besó mi mejilla, seguido de un susurro de disculpa. Cogí los pañuelos, y los apreté entre mis dedos, agachando la mirada, incapaz de mirarlo. Él siguió con lo suyo, acariciándome el cabello, y mirándome atentamente con sus ojos verdes.-Lo lamento... -repitió.
-¿A cuántas tratas así? -bromeé, intentando no mostrarme sentimental. Él soltó una carcajada.
-A ninguna.
Lo miré, incrédula. Harry no era un mujeriego..., digamos, pero las chicas caían a sus pies con solo una mirada, y las entendía. Ahora. Pero él sabía como actuar en cualquier caso que tuviera a chicas de por medio. Me era extraño oír que Harry ya no les diera importancia. Era como oír a un borracho decir que su nuevo amor era el café, y no una cerveza. Pero, ¿por qué Harry era así? No era que las chicas eran la cerveza y yo era el café... A pesar de ser una comparación extraña.
Mi amigo le dio marcha al coche, aliviándome. No quería quedarme allí.-Jah, ¿en serio? -Me limpié las lágrimas, interiormente alegre de cambiar de tema-. No me digas que no te le tiraste a ninguna allí dentro.
Él me miró, confundido, molesto, e incrédulo. Lamenté por un momento haberlo tratado de esa forma, como si fuera un maligno utilizador de mujeres, cosa que no era. Aunque, ¿estaba en una posición como para tenerle lástima...?
-No, _________ -respondió con voz grave-, no he estado con ninguna chica desde hace tiempo.
Emití un sonido similar a una carcajada, como si se me hubiera atascado en la garganta, intentando impedir la risa.-Tú nunca has «estado» con una chica, Harry -puntualicé-. Nunca en nada serio.
-Me refiero que no he estado media hora a solas con una chica en mucho tiempo.
(...)
La casa de Harry estaba en completo silencio, todo a oscuras. Él me cogió de la mano y me guió a su habitación. Su madre ya había viajado a su trabajo junto con mi madre, así que estábamos solos. Logan estaba seguramente dormido en mi casa, en el sofá, terminando de ver las películas de Harry Potter.
Casi tropiezo con el último escalón de la escalera, pero Harry logró safarme de un gran golpe. ¿Por qué mierda no prendía una luz? Estuve a punto de reclamarlo, pero ya habíamos llegado a la puerta de su habitación.Cuando entré la vi completamente ordenada. No era algo común en Harry, él era más parecido a mí, desordenados sin remedio. Recordé la habitación que había al lado, en la otra casa, perteneciente a Louis. Completamente ordenada, con la cama impecable, la ropa ordenada en su respectivos cajones, un escritorio pulcro y un suelo aspirado. Parecían iguales. Fue como un golpe en la boca de mi estómago, pero logré superarlo. Caminé a la cama de Harry y me senté allí, viéndolo, cómo se cambiaba de ropa. Se estaba cambiando la camisa, por una más cómoda, y cuando fue por sus pantalones, me miró.
-T... tú... ¿N... necesitas ropa? -tartamudeó.
Eso me hizo salir de mi trance. Lo miré a los ojos, y asentí. Fui a su armario, llena de confianza, y abrí el último cajón, donde había algo de ropa mía. Elegí un simple pijama suelto y viejo, y me encaminé al baño. Allí me cambié rápidamente. No quise salir del baño por un segundo, pensando que, la noche anterior, Louis estaba en la misma habitación que yo, con mi teléfono en la mano, leyendo un mensaje que había arruinado todo. Y el que envió ese mensaje, era mi mejor amigo, que estaba al otro lado de la puerta.
Todo se volvía en mi contra, como si el karma me odiara, queriendo que recuerde a Louis, junto con un doloroso e intenso golpe en mi estómago: culpa, lástima, dolor y pena. No quería seguir así, porque yo lo había causado.
Salí, negando con la cabeza, intentando no pensar. Harry estaba en su cama, acostado, con una novela romántica en las manos. Últimamente, había estado leyendo mis libros. Había admitido, apenado, que quería saber qué pasaba por mi mente. Según él, la mejor forma era leyendo mis libros, escuchando mi música. Se lo había permitido, sabiendo que él me conocía demasiado, así que no encontraría nada más en unas páginas o melodías que yo frecuentaba.-¿Otra novela? -pregunté.
-Ajá -asintió, sin mirarme-. Demasiado cursi para mi gusto.
-Es romántica, Styles... Además, lo narra una chica, siempre va a ser cursi y estúpido.
-Me he dado cuenta que las protagonistas no son tu fuerte.
-Odio a la mayoría de las protagonistas -admití.
Me senté junto sus pies y lo miré. Él clavó sus ojos en mí sobre el borde del libro.
-¿Qué tanto miras?
-Harry..., creo que... deberíamos...
-Quieres hablar -afirmó. Dejó el libro a un lado, y se incorporó lentamente-. Eso dicen cada vez que necesitan hablar, se muestran incómodos, ¿no es así?
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My Trouble (Harry,Louis&Tú)
FanfictionEstá basada en una joven, que pasa la línea de amistad con su único amigo, como un hermano, generándole más de un problema. A su vez, vive un amorío junto con su vecino, un chico nuevo en el vecindario, dispuesto a vivir cualquier tipo de aventura...