My Trouble (Harry,Louis&Tú)

Capítulo 61.

Capítulo 61.

Harry sonrió.

Sabía que le encantaban las sorpresas.

(...)

-¿Por qué debería enojarse? -preguntó mi madre-. No entiendo tu miedo, linda, él es un gran chico según me contaste y...

-No lo sé, mamá, es que... ¿Quién sabe qué le pasará por la mente?

Mi madre me ató el cabello en una cola de caballo, dejándola caer por mi hombro. Besó mi mejilla, y dio unas palmadas suaves a mi espalda para tranquilizarme... o intentar hacerlo.

-Pero, ¿qué opina Harry?

Dejé mi vaso de agua sobre la mesa de inmediato, por temor a escupir todo lo que tenía de ella en la boca.

¿Qué tenía que ver él en esto? Yo temía que Louis se enojara, ¿qué haría Harry al respecto? Nada.

-¿Qué tiene que ver Harry?

-¿A él le cae bien Louis?

-¿Acaso importa?

Me molesté. A mí me gustaba Louis, me hacía sentir muchas cosas, y lo quería más que a un amigo, aunque tampoco éramos eso, pero... ¿por qué a nadie le caía bien? A Harry, a Zayn. Zayn no quería verlo, según él era ''Team Harry'' ¿Qué le pasaba? Solo se me ocurría una cosa, y era correr a Louis, abrazarlo, y dejar de lado a esos dos estúpidos. 

-Sí -respondió mi madre en tono obvio-, bueno, no. Es decir, ¿no es tu mejor amigo? Él debería tener una opinión al respecto. Se supone que es tu hermano sobre protector, en ocaciones, y tal vez no le caiga bien Louis, ¿o sí? O -añadió-, tal vez se siente incómodo.

-Harry actúa como un idiota desde que salgo con Louis. Lo trata mal, y Louis no hace nada, eso es lo que me molesta. 

-¿Y por qué crees que está molesto? -preguntó. No me gustaban sus preguntas que hacían que pensara demasiado. Mi mente era un lío de pensamientos y sentimientos a la vez, y no era bueno juntarlos.

-B...b... bueno, no lo sé y no me interesa -tartamudeé, y contesté a la defensiva-. Además, ¿qué tiene que ver? Él está loco.

-O -repuso-, no le cae bien Louis por algo.

-Y, ¿qué es ese algo?

-Tú lo sabes.

(...)

Louis me miró con el ceño fruncido. Estaba enojado, pero trataba de ocultarlo. 

Le pedí disculpas antes de todo por no haber estado tanto tiempo en su casa, y no hacer lo suficiente siendo su cumpleaños. Me hubiese gustado estar más con él, pero no había podido. Luego le conté lo de mi regalo de navidad: pasaría una semana con Harry en una cabaña... solos. Como eran los últimos días del año, teníamos las semanas libres, hasta que comenzara enero y luego de ahí tendríamos clases otra vez. Pasaríamos con Harry una semana solos encerrados en las mismas cuatro paredes, y nadie sabía qué haríamos allí. Y comprobé que a Louis no le gustaba nada la idea.

-Bebé -susurró, evidentemente dolido-, siempre intenté no actuar como un celoso frente a Harry, pero esto es demasiado. -Intenté hablar pero me cortó rápidamente:- Y no sé a quién se le ocurrió esa idea, pero... Agh, ¡estarás una semana sola con él! 

-Él es mi mejor amigo, no pasará nada.

-Sí, __________, ¿es que no te das cuenta de nada? ¿Acaso no ves lo que realmente pasa? -preguntó, sin levantar la voz. Me gustó el hecho de que no gritara como un loco, pero no estaba muy lejos de eso-. No es solo tu mejor amigo, y lo sé desde el principio. Yo...

-Lo sabía -susurré-, sabía que no te gustaría que fuera con él.

-No, no es así en realidad. No me gusta que él vaya contigo. ¿Por qué? Porque... bebé -musitó. Puso su mano sobre mi mejilla, y se acercó demasiado a mí. Me comenzó a latir el corazón rápidamente y no pude evitar mirar detenidamente su sonrisa triste-. Lo que sucede es que eres demasiado inocente. 

-No lo soy.

-Sí lo eres -insistió-. Sino sabrías qué piensa él de ti.

-¿Y tú lo sabes? -pregunté-. Lo conozco hace nueve años más que tú. 

Él me miró.

Me besó.

Me acarició.

Pasó su mano derecha por mi cintura apretándome contra él, mientras que la izquierda atraía mi cuello. Rozó sus labios con los míos y los abrió con un simple movimiento. De verdad me gustaba ese chico, era mi pequeño pecado. 

Se separo un poco de mí.

-Te amo.

Unió otra vez nuestros labios sin esperar respuesta. Profundizó aquel suave beso, pero luego me separó otra vez, dejándome con las ganas de más.

-Y tal vez eso sea lo último que tenga de ti...

(...)

Miré por la ventanilla, más que confundida. Todo se debía a una cosa que no quería admitir, y me había metido en algo grave. Lo negué cuando pude, pero no me sirvió de nada.

Lo único que veía a mis lados eran árboles y más árboles. Bosque y más bosque. Recién había comenzado el viaje, y sabía que me quedaban horas de trayecto. Pero el silencio del coche me aturdía. Harry miraba a la carretera, concentrado.

Lo único que quedaba allí era yo, y mis pensamientos. Y comenzaba a odiarlos. Eran la razón de mis desastres, por lo que me decidí a sacar un libro de mi bolso. Centré mi mirada en Persuasión, una novela antigua de la escritora Jane Austen.

Pero no podía encontrarle sentido a la cantidad de letras que estaban grabadas en negro sobre las hojas de mi novela, porque había algo que me traía problemas, y era la persona que tenía al lado.