Capítulo 56.

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Capítulo 56.



-No -dijo ella-, me espera Harry...

-Vamos, __________, no seas aburrida.

Liam levantó una ceja. No podía negarse.
Zayn asintió, dándole a su amigo la razón. La joven suspiró.

-De acuerdo.

Acomodó la mochila que de su brazo colgaba, y se encaminó junto con sus amigos a la primer cafetería que encontraron.

El calor que tenía aquel día era estresante. Era raro ya que en Londres el clima superase los 30°, pero esta vez, sí que los sobrepasaba. No podía, ningún ser humano, aguantar aquellas gotas de sudor que corrían por la piel con tan solo el tacto de los rayos ardientes del sol.


(...)


-No, no lo entiendo.

Louis suspiró, frustrado. 

Le había explicado miles de veces a su hermana las cuentas de matemáticas. 
Miró los números, en busca de una forma más fácil de explicarle a Lottie qué tenía que hacer, y decirle que no era tan difícil sin que se enojara. Lottie miraba la hoja sobre la mesa con el ceño fruncido. Ella siempre había tenido un problema con esa materia, la odiaba. Era algo que compartía con su hermano, pero él no tenía problema en ponerse a estudiar, Lottie sí.

-Mira..., sólo tienes que...

-¡Ay, dios! ¡Qué calor que hace ahí afuera! 

Sí, lo había notado. Cuando su madre acababa de cerrar la puerta detrás de sí, una brisa calurosa chocó contra él y su hermana.

-Mamá, ¿sabes dónde está el ventilador? 

-No, cariño.

Su madre dejó su cartera sobre la mesa de la cocina y observó la hoja. Los tres centraron sus ojos sobre aquellos extraños números como si se tratase de un tipo de escritura egipcia. 
Johanna murmuró algo sobre el por qué, cuál era la necesidad de hacer esas cuentas cuando en una vida común nunca se utilizarían.

-No quiero ver esto nunca más -concluyó Lottie, revoleando la hoja-. ¿Quieres que cocine algo?

-No, por favor -suplicó Louis-. Deja que lo haga... Espera.

Se vio interrumpido por el sonido del teléfono.

Louis se colocó su celular contra la oreja y suspiró. 

-¿Hola?

-¡Lou! -dijo _________ al otro lado de la línea-. Oye, vente a tomar un café con nosotros.

-¿Nosotros?

-Yo y unos amigos... -explicó.

-Claro, ¿dónde es?


(...)


Louis entró a la cafetería, donde __________ , dos chicos y una chica más hablaban animadamente.

Él sintió cómo el aire acondicionado refrescaba el ambiente, y se sintió agradecido. Podía pedir algún helado normal, no solo un caliente café..., o un frappuccino. 
Caminó hacia ellos y se unió a la conversación rápidamente.

-Louis, ellos con Zayn y Liam -explicó _________, mientras le agarraba tiernamente la mano-. Y ella es Meredith.

-Hola -sonrió Lou.

Zayn miraba desde lejos lo que ocurría. La forma en la que Louis miraba a __________ cada vez que comenzaba a hablar. Sin embargo, ___________ permanecía sumida en una conversación que Zayn y Louis no seguían. Podría sonar estúpido, pero él sabía qué ocurría realmente. Él apostaba por el de rulos.

La tarde pasó rápidamente, todo demasiado fugaz. 
El cielo ya comenzaba a tornarse de colores chillones, demostrando que el día comenzaba una etapa de media terminación. Faltaban unas horas para que la noche comenzara a caer, por lo que Louis le propuso a la joven que se quede un rato en su casa. Su madre se había ido con su hermana a la casa de su tía, mientras éstas terminaban algo sobre el trabajo.

Louis abrió la puerta de su casa rápidamente, y guió a _________ a su habitación, mientras preparaba unos vasos con mucho hielo y refresco.
La puerta de su habitación chocó contra la pared cuando la pateó para entrar, porque no podía abrir con ambas manos ocupadas. ____________ lo miró, sentada desde la cama de él, con una dulce sonrisa.

-Bebé...

Le tendió el refresco, el cual la chica tomó en un segundo. Él prendió el aire acondicionado que tenía, por pura suerte, en su habitación.
El joven, sin pensarlo, se deshizo de su remera, dejando a la vista de la chica su espalda. Con cada movimiento que él hacía mientras prendía el aire, sus músculos se contraían, y la joven no pudo resistir morderse su labio inferior.

Y, por impulso, se levantó y tocó su hombro. Sus yemas trazaron su omóplato lentamente, mientras olía cómo el aroma de Louis salía como rayos de energía desde su piel. Sintió a través de sus dedos como Louis se estremecía.

-No, bebé... Hey...

Aquello sonó como un gemido.
Pero cuando apenas quitó su mano de la espalda del joven, él ya se había voleado, capturando sus labios. 

Louis tenía los labios suaves y dulces, y ella estaba hambrienta de él. No podía soportarlo, era una necesitad que surgía desde el centro de su pecho. 
Él, por su parte, necesitaba sentir su piel contra la de él, quería tenerla lo más cerca posible, y acentuar sus roces.
El aire cada vez mas denso, sus respiraciones más pesadas. Se unían sus alientos, aumentando el calor entre los cuerpos. Los roces más frecuentes. Ella corrió su rostro, mientras él le quitaba la remera que tanto molestaba en su camino.
Podía sentir sus ojos sobre ella, pero aún así, la joven no lo miraba a él. ¿Qué haría ? ¿Cómo debía reaccionar? Sabía lo que pasaría si hacía contacto visual. Esos ojos celestes intensos la llevarían a la perdición. Y no quería eso, ya estaba perdida en las caricias que él le otorgaba a cada parte de su cintura con la punta de sus dedos. 


Louis arrastró a __________, y la recostó en la cama. El aire ya hacía efecto, el frío de su alrededor se notaba, pero no demasiado: el calor que ambos creaban se apoderaba de los cuerpos.




Él tomó el rostro de la chica entre sus cálidas manos y apoyó sus codos para no dejar caer todo su peso sobre la chica.
Gimió al tiempo que los labios de Louis se movían frenética y salvajemente sobre los de ella. Abrió la boca de ella dándole paso a su lengua.
Mientras sus bocas permanecían en un intenso movimiento, ella no evitó dejar que un gemido saliera de su garganta y se escapara en los labios de él. Louis se estremeció. Éste hundió su rostro contra el cuello de la chica, devorándolo con cada caricia que sus suaves labios dejaban en su piel. Ésta quedaba ardiendo bajo su tacto.

Ella lo agarró por el cuello, apretándolo más a sí arqueando el cuello y cerrando los ojos.
Sus manos cálidas bajaron por las caderas de ella, hasta llegar a sus muslos, tomándolos con fuerza.
Ella se arqueaba sobre la cama, enredando sus piernas alrededor de las caderas de el joven castaño, atrayéndolo más a sí.
Louis tomó sus manos y las puso por encima de la cabeza castaña de la chica, dentro de un solo puño. ____________ gimió cuando sentó los dedos de el segundo en el inicio de sus pantalones. Louis los bajó solo un poco recostándose sobre ella.

Ella se removió sobre el colchón soltándose de el agarre de Louis y dirigiendo sus manos a su fornida espalda. Sus uñas se clavaron en su desnuda espalda, y la rasguñó con fuerza, intentando contener un gemido cuando el devoró su cuello. 

Abrió los ojos y pudo ver estallar el deseo que tenían los de Louis. Él gimió en su oído, mientras rozaba las entrepiernas de ambos.

Arqueó la espada permitiendo que le dejara un sendero de besos húmedos en la piel sensible de su cuello.

-¿Estás segura de esto, Bebé? -preguntó jadeante y empujando nuevamente sobre ella. 

Ella lo miró a los ojos.

No sabía cómo había llegado hasta eso. No lo sabía. Pero no quería que él se detuviera, no podría soportarlo. Quería sentir cada fragmento de su piel contra la de ella, quería gritar que no la soltara más, que no podría superarlo hasta que no sintiera su olor al máximo. Ella deseaba cada parte del cuerpo de él.

Sus cuerpos ya sufrían de una leve y fina capa de transpiración... 

Tenía que responderle de una vez.

My Trouble (Harry,Louis&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora