My Trouble (Harry,Louis&Tú)

Capítulo 85

  -Harry...

-¿Dónde estás? Son las diez de la noche, Logan está preocupado. Y yo.

Me sentí molesta. La realidad era que no me agradó el llamado. Parecía una chica adolescente problemática escapándose de sus padres sobreprotectores. Pero por otro lado, uno que me costó mucho ignorar pero a la vez admitir, fue que me gustaba que él me llamara. Como si pensara en mí y necesitara hablarme. Sin embargo, no era el caso. En ese momento tenía ganas de decirle que no era una niña y que podía ir dónde quisiera sin que unos chicos, por un año, mayores que yo, tuvieran que saberlo.

«Pero tú no eres así, _____________, solo intentas ser rebelde.
»¿Solo por querer decirle que quiero estar tranquila con Louis?
»Por actuar de esta manera»

-Olvidé avisarles que me quedaría a dormir...

Hubo un silencio extenso. Louis se había sentado en el borde de la cama. Movía rápidamente una pierna, sus manos temblaron a su vez por estar apoyadas contra su rodilla. Jugaba con sus dedos. Parecería nervioso, pero tenía los hombros caídos con tranquilidad y me miraba, paciente. Contuve las ganas de tirar la voz de Harry al otro lado de la línea contra la pared y correr a Louis. Sacarme las ganas que tenía de intercambiar nuestro calor, pasar los dedos por su cuello detenidamente en su bronceada piel...

-Nos vemos en la fiesta -susurró y colgó.

«Bien, seré yo la próxima que cuelgue enfadada» pensé.

-¿Está todo bien? -preguntó Louis, detrás de mí.

Lo miré y sonreí falsamente, asintiendo.
Él sonrió también, y se recostó en la cama. Claro que, eso no era una invitación. No obstante, me sonrojé. Intenté ocultar mi rostro bajo mi cabello, agachando la cabeza, y caminé al escritorio para dejar mi teléfono allí.

-No tendrás por casualidad una remera vieja, ¿verdad?

Louis apartó su concentrada mirada del techo, y se levantó. Caminó a su armario, abrió la puerta dejando ver un completo orden. Sentí envidia. Le fue realmente fácil encontrar una remera para mí y su improvisado pijama.

«Aun así, jamás ordenaré mi armario» me aseguré.

Entré al baño para cambiarme, presa del pudor. ¿Se suponía que debía cambiarme frente a él? ¿Fingir ser una zorra a la que, después de una noche, no le importaba estar con ropa o sin ella frente a un chico? Pues yo no era así. Era mi cuerpo y yo cargaba con él diariamente, por lo que era completamente mío y no debía dejar que lo vieran como si fuera producto de exposición.
No es que no le tuviera confianza a Louis, sino que no sabía si tomar esta libremente. Aun había algo que nos separaba y era el «no novios», un tema que todavía no habíamos discutido. Según Harry, lo que éramos y hacíamos, «no era de amigos», sacando que también lo dijo por él y yo, -cosa que me enfadó demasiado, porque lo que él había era empeorar mis confusiones. De cualquier forma, Louis y yo nunca nos habíamos presentado a alguien como «Amigo, te presento a mi pareja...», y tampoco sabía quién sería el primero en decirlo, si es que alguien lo hacía. Creo que ambos teníamos el temor de ser rechazados. ¿Qué tal si él se sentía incómodo cuando lo llamara como mi pareja? ¿Qué podría ser lo que me diría? Tal vez él se preguntaba lo mismo de mí, aunque no sabía la respuesta que yo le daría. (¿Sí?)

Salí del baño con un short cómodo de Lottie y la remera de Louis, que parecía nueva más que vieja. Me encontré con Louis, sentado junto a la ventana empapada y empañada. Sostenía en sus manos mi teléfono. Cuando él levantó su mirada, vi algo que nunca había visto en aquel chico: ¿dolor?

-¿Louis...?

El aludido dejó mi teléfono a un lado. ¿Qué había visto que lo había dañado tanto?