Capítulo 30.
Entré a casa, sabiendo que mamá ya había llegado. No podría explicar cómo me sentí cuando vi su camioneta estacionada afuera de la casa. Fue una mezcla entre adrenalina, exitación, euforia y alegría.
Apenas cerré la puerta detrás de mí, mi madre asomó su cabeza desde la cocina, y sonrió.
-¡Cariño! -chilló.
Solté la mochila, emitiendo un mínimo ruido cuando chocó contra el suelo. Mamá se acercó, más bien trotó, hacia mí y me abrazó.
-Mamá... no... respiro -musité.
-Ay, lo siento, linda, lo siento -dijo, separándose de mí.
Respiré. Acomodó un mechón de cabello tras mi oreja, y sonrió otra vez.
La había extrañado demasiado. Tal vez sonase estúpido pero, desde que tenía uso de memoria, ella se iba durante una o dos semanas. El viaje más largo que tuvo fue de dos meses, y fue demasiado doloroso en ese momento para una niña de 12 años.
-Tengo algo para ti.
-¿En serio? -salté como una niña pequeña.
Me guió hasta la cocina, donde vi un paquete sobre la mesa. Era una cajita, forrada de un papel plateado con pequeñas estrellas de diversos colores que resaltaban en contraste. Miré a mi madre, quien me miraba sonriente, esperando a que abriese su regalo. Y eso hice.
Abrí delicadamente el enboltorio, fuera de intención de romperlo o desperdiciarlo. La caja en su interior, era de un azul oscuro que se teñía en la cubierta atersiopelada. Deposité la pequeña tapa sobre la mesa, y clavé los ojos en su contenido.
-¡No puedo creerlo! -dije, con la mandíbula tocando el suelo.
-¿Te gusta?
-¿Que si me gusta? ¡Me encanta!
Sostenía entre mis dedos la fina cuerda de plata. El dige que contenía aquel collar plateado, era de un corazón y una llave diminuta. Era tan delicado..., que temía que pudiera romperse en mis mismas manos.
-Pues, me alegro. No sabía qué comprarte, fue muy difícil encontrarlo puesto que...
No dejé que siguiera hablando. La abrazé fuertemente, ahora era ella la que quedaba sin aire.
-Gracias, mamá. Te amo.
(...)
Me había llegado un mensaje de Harry, preguntándome si podía quedarse a dormir conmigo. No me negué.
Su madre llegaría dos días después, se había quedado en Italia, resolviendo unos últimos problemas de trabajo.
Él llegó unos minutos después, mojado hasta las medias. Afuera llovía torrencialmente, el olor a humedo me imbadió cuando Harry entró por la puerta, y sentí lastima por él... pillaría un resfrio.
Saludó a mi madre, son una amplia sonrisa en el rostro, y negó la comida que esta le ofreció. No porque no le gustase, de hecho la amaba, pero afirmó haber comido hace una hora atrás convinsentemente.
Subimos a mi habitación, y prendí la televisión buscando qué podíamos ver.
-¡No te acuestes! -grité, repentinamente.
Él me miró, asustado por el grito que segundos atrás había pegado. Luego comprendió por qué. Empaparía toda la cama si se recostaba, y no lo permitiría.
Caminé a la ventana, y la abrí, dejando que entrara el encantador aroma de tierra mojada. Algunas gotas entraron, algunas chocaron en mi rostro, pero nada preocupante. El cielo estaba completamente cubierto de nubes grises. Las gotas caían rápidamente, y chocaban contra el césped del jardín, emitiendo una hermosa melodía.
-Tienes ropa mía aquí, ¿verdad?
-Sí, en el segundo cajón -respondí, señalando la cajonera de al lado de la ventana.
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My Trouble (Harry,Louis&Tú)
FanfictionEstá basada en una joven, que pasa la línea de amistad con su único amigo, como un hermano, generándole más de un problema. A su vez, vive un amorío junto con su vecino, un chico nuevo en el vecindario, dispuesto a vivir cualquier tipo de aventura...