-Bueno, ¿nos vemos mañana a la noche? -preguntó Meredith.
-Claro, hasta luego.Colgué.
Estaba a punto de dejar caer el teléfono a la cama, pero vibró en mi mano, dejándome ver un mensaje de Louis, diciéndome si podía ir a su casa. Recién había llegado la tarde, y el cielo continuaba nublado, como en la mañana, cuando había ido a la cafetería con Louis y nos habíamos empapado. La lluvia había parado minutos atrás, pero conocía demasiado ese lugar. Sabía que minutos después la peor tormenta comenzaría, por lo que me apresuré. Le escribí a Louis un rápido mensaje, y me cambié.
Odié mi reflejo en el espejo por un segundo. ¿Por qué solía importarme tan poco mi vestimenta? Unos jeans descastados y una sudadera con mi banda favorita estampada no atraería a cualquier chico. Y menos si tenía el cabello enredado en un moño desalineado. Tenía los labios rojos al igual que las mejillas por la temperatura, y no me pondría maquillaje ni loca, aunque me pusieran una pistola de aire comprimido entre los dientes.¿A Louis le gustaría que me vistiera más femenina? ¿Acaso en sus más íntimos pensamientos quería que llevara faldas y mucho maquillaje? ¿Que mi pelo estuviera prolijamente recogido? ¿Louis quería que fuera a todos sus partidos y, cuando él ganara, que sacudiera pompones en su cara como una animadora estúpida y descerebrada? ¿Quería que escuchara tecno y que fuera a todas las fiestas habidas y por haber? ¿Quería a otro tipo de ___________?
Estuve a punto de correr a mi armario y vestirme de otra forma más... No provocativa, pero tampoco elegante. ¿Normal, coqueta? Sin embargo, saqué esos pensamientos de mi mente, tomé mi bolso y corrí escaleras abajo.
Vi a Logan y a Harry, en el sofá, el primero arriba del segundo. Paré en seco, y los miré detenidamente. ¿Qué mierda hacían? Solté el aire por la boca cuando vi que solo se estaban peleando por el mando a distancia.
-¡Dios mío, consíganse una habitación! -bromeé, sin embargo.
Logan le quitó el mando de un manotazo, pero Harry lo intentó coger una vez más, provocando que cayera al suelo. Los dos maldijeron por lo bajo, y fue Harry el primero que volteó a verme. Logan se estiró hasta llegar al mando y lo guardó a su espalda. Harry no le prestaba atención, él me miraba a mí.
-¿A dónde vas? -preguntó mi hermano.
-A la casa de Louis -dije, tranquilamente, encogiéndome de hombros.
Noté por el rabillo del ojo, porque estaba mirando a Logan, que Harry se tesaba y bajaba la vista, dejando que su cabello desordenado cubriera sus ojos. Logan sonrió alegremente, y asintió.
-Cuídate.
-No va a pasarme nada...
-No, no. -Mi hermano soltó una carcajada, y luego me guiñó un ojo-. Sabes a qué cuidado me refiero.
Me sonrojé y negué rápidamente con la cabeza. Iba a decirle que las cosas no eran así, pero él ya estaba sobre Harry. Evidentemente, Harry logró hacerse con el mando.
(...)
-Gracias por ayudarme.
La madre de Louis me sonrió. Sentí una alegría en mi interior. Era realmente hermoso ayudarla cuando sabía que necesitaba tanto de mi ayuda. Louis solía cuidar mucho de su madre. Ella y él eran muy unidos, y me alegré de que Johanna fuera capaz de aceptarme aunque sea un poco. Realmente lamenté no ir vestida correctamente, porque se suponía que debería ser correcta frente a la madre de mi... de Louis, por lo que me sentí muy apenada, pero Johanna no miró mi ropa en ningún momento, solo me miró a mí y sonrió, al igual que Louis.
-No es nada -respondí sonrientemente, sacudiendo los guantes amarillos.
Louis nos esperaba dentro, preparándonos unos cafés. Lottie estaba ayudándolo, mientras hacía unos pastelillos. Johanna y yo estábamos en el jardín. Aprovechábamos que, gracias a la lluvia, la tierra estaba blanda, y así, nos sería más fácil plantar las rosas que Johanna había comprado.
Mis guantes estaban llenos de tierra, así que volví a sacudirla. Johanna aplastaba la tierra alrededor de una hermosa rosa de tallo largo. Habíamos rodeado todo el árbol de diferentes plantas y flores en unos pocos minutos. Había quedado bastante bien. Me gustó mucho ayudarla, porque había servido de algo. Mi jardín seguía siendo un desastre en comparación con el de Johanna y Anne, la madre de Harry. El mío estaba un poco pobre, carecía de color y paciencia. Parecía uno de esos lugares que hacían que te pusieras nervioso. En cambio, el jardín de los Tomlinson y los Styles, eran completamente relajantes. Me encantaba ir allí. Era un sitio donde podías relajar los pensamientos y estar seguro de que nadie los oiría jamás. En el mío, en cambio, sentías que estabas en tierra peligrosa. Aunque solo era un simple jardín, claro, pero necesitaba cuidado y muchas ganas de ser arreglado, limpiado y decorado.Sentí una gota en mi brazo, y luego otra. Johanna también la sintió. Levantó la mirada, confundida, y luego soltó una exclamación. Comenzó a llover torrencialmente. El suelo de por sí ya se hundía bajo nuestros pies. La tierra estaba muy húmeda. Casi caigo contra la tierra cuando di un paso de más, pero Johanna me sostuvo.
-¿Estás bien, linda?
-Sí, sí -susurré-. Lo siento.
Sentí frío.En realidad, a mí me gustaba mucho la lluvia, pero no que fuera una lluvia tan fuerte, sobre todo cuando estaba rodeada de tierra que ya estaba húmeda.
Entramos a la casa. Dentro todo estaba caliente, y suspiré agradecida. Johanna palmeó mi hombro, se quitó las botas de goma, las dejó afuera y caminó hacia el baño. Yo la imité, dejé las botas afuera, quedándome descalza, y cerré la puerta de vidrio corrediza. Por fin el calor me rodeó.A un lado, en la mesa, había una bandeja llena de pastelillos con crema. Unos cafés humeantes estaban a un lado. Mi estómago sonó. Sin embargo, me contuve. Lottie me sonrió al pasar frente a mí, dio unos pasos y se volvió.
-Oh, ¿quieres un suéter? Debes de estar muriéndote de frío -dijo, realmente preocupada.
-Sí, por favor...
Ella me sonrió una vez más. Tenía los mismos ojos que Louis. Azules que brillaban y se iluminaban cada vez que sonreía. Subió las escaleras, en busca de mi suéter.
Louis llegó desde la cocina. Traía dos tazas en la mano, y parecía muy concentrado en no tirar el café con espuma. Di un paso, acercándome a él para ayudarlo. Él levantó la cabeza y en sus ojos se pintó la alegría de verme. La misma que me había recorrido cuando él apareció hacia segundos. Sonrió, y sus ojos se iluminaron como los de Lottie, solo que más hipnotizantes.-Bebé.
-Lou.
Louis dejó las tazas en la mesa, y aproveché el tiempo para acercarme a él. De un momento a otro, me vi rodeada en sus brazos. El calor me recorrió gratificantemente. No necesitaba ningún suéter si tenía a Louis a mi lado. Me sonrojé contra su pecho. Él bajó el rostro y subió el mío con su dedo. Volvió a sonreírme y me besó dulcemente.
-Te extrañé -admitió en un susurro. Eso me gustó, cualquier chico jamás mencionaría eso, ya que nos habíamos visto horas atrás en la cafetería, pero era realmente un hermoso gesto-. Sí, lo hice...
Le respondí que yo también, pero ni se oyó. Lo dije contra su pecho, apretándolo contra mí. El olor de él me encantaba, y cada vez que no podía olerlo, sentía que lo necesitaba todavía más, como si fuera una droga y yo fuese una adicta a ella. Besé su pecho y él acarició mi cabello.
-Lamento interrumpirlos -ironizó Lottie, sonriendo. Se acercó a mí y me tendió el suéter. Lo cogí con una mano, pero no me separé de Louis, aún tenía mi cabeza contra su pecho-. ¿Podemos comer ya? Les juro que muero de hambre, tortolitos.
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My Trouble (Harry,Louis&Tú)
FanfictionEstá basada en una joven, que pasa la línea de amistad con su único amigo, como un hermano, generándole más de un problema. A su vez, vive un amorío junto con su vecino, un chico nuevo en el vecindario, dispuesto a vivir cualquier tipo de aventura...