My Trouble (Harry,Louis&Tú)

Capítulo 19.

(Narra ________)

Aparté la mirada. Aquel chico me daba mala pinta. Llevaba una remera azul oscuro y unos pantalones caídos, o eso creía, no lo había observado mucho.

Tenía su cabello negro despeinado, dejando unas puntas afiladas que apuntaban a muchas direcciones.

Sabía, por el rabillo del ojo, que me estaba observando. Los músculos de toda mi espalda y hombros, se tensaron por mi nerviosismo e inseguridad. Ese chico me ponía los pelos de punta.

Pasé la clase entera, aburrida y agobiada, sin dirigirle una sola mirada. Sonó la campana, y con un susurro inaudible hasta para mí, agradecí que todo haya terminado. Salí de la clase, con todo el peso de la mochila en mi hombro izquierdo, mientras esta golpeaba frenéticamente entre mis hombros.

-Oye -alguien me sostuvo del brazo, y me vi obligada a voltearme. Era él.

-¿Qué quieres?

-¿No me recuerdas?

Se me encogió el estómago. ¿Quién era él? Y, ¿por qué pensaba que lo conocía? Fruncí el ceño, confundida, y lo fulminé con la mirada.

-¿Por qué debería recordarte?

-Soy Zayn Malik -sonrió burlón-. Nos vimos en la fiesta de Jack.

Ahora me asusté más. Por alguna razón, imaginé más de lo que debería haber imaginado. ¿Qué tal si... pasamos la noche juntos? O, quizás... ¿había estado tan borracha cómo para ir a mayores?

Lo miré indecisa, peleando conmigo misma interiormente.

-No, no le recuerdo.

-Sí, estabas borracha -rió.

-¿Qué hice? -dijo asustada. Zayn la miró, sin entender-. Digo, borracha, ¿qué fue lo que hice? -aclaró.

-¡Ahh! Pues, nada malo -se encogió de hombros-. Yo te vi bailar con tu amigo... ¿Harry, cierto?

Asentí. Al menos sólo había bailado con Harry. Borracha, pero con Harry. Él también estuvo tomando, pero al menos el sí recordaba un poco y sabía perfectamente que nada nos había pasado.

Se relajé. Después de todo, Zayn solo había sido amable conmigo, o lo que fuere. No importaba de qué forma habíamos interactuado, no tenía de qué preocuparme.

Caminamos mientras hablábamos de cualquier tontería que se nos cruzase por la cabeza hacia la cafetería, que estaba repleta de estudiantes. Seguí la mirada de Zayn, que se posaba en un grupo sentado en una mesa. «Chicos malos».

-¿Almuerzas conmigo? -preguntó, caballerosamente.

-Gracias, pero no -sonreí realmente apenada-. Voy a esperar a Harry.

Él asintió sonriéndome. Se despidió y fue con su grupo.

Miré a mi alrededor, en busca de una cara conocida. Grupos de gente que no conocía, porristas y coquetas por un lado... ¡Baam! Una cara conocida.

Louis.

Estaba en una mesa solo, con la vista perdida en su teléfono. Me acerqué cautelosa, y me senté frente a él.

Por el ruido que generé al sentarle, levantó la vista, como impactado. Cuando me vio, sus facciones se relajaron, y me dejaron ver una hermosa sonrisa. Aún me sentía cautivada por sus colmillos puntiagudos, me ponían los pelos de punta y me gustaba eso. Dejó su teléfono a un lado, junto a la comida que no había tocado, y entrelazó las manos sobre la mesa.

-Hola, Timothy -dijo. Luego de un segundo entendí por qué me decía así: jamás le dije mi nombre.

-Soy ________ -dije, riendo.

-Ya era hora -soltó una risita-. ________ -repitió-, me gusta.

-Bien, ahora que ya sabes mi nombre... ¿qué?

-Nada -se encogió de hombros-. Puedo saber cómo se llama la chica en la que pienso a cada hora del día.

Me ruboricé, inconscientemente. A él se le escapó una risita dulce, y me miró profundamente a los ojos.

-Quiero saber qué pasó ayer.

-¿Ayer?

-Sí, ayer. Ayer, cuando lloraste, terminaste en mi balcón y después bajamos a tomar un café.

Dicho así, sonaba muy incoherente, por lo que no evité reírme.

-Lo siento, pero no puedo decírtelo -dije, recuperando la compostura.

-De acuerdo -dijo, desilusionado-. Pero sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad?

Louis puso su mano sobre la mía, y luego terminó uniendo nuestras palmas. Ese gesto, resultó algo consolador, cálido y tierno, por así decirlo. Me sonrió por millonésima vez y asentí demostrando mi acuerdo. Me sorprendía conocer a un chico así en estos momentos.

Acercó mi mano a sus labios, y rozó estos sobre el dorso de mi mano. Un escalofrío me recorrió, y este se acentuó cuando terminó uniendo sus labios contra mi piel, en un dulce beso.