Capítulo 70.
Mi hombro se vio sacudido. Me removí molesta, deseando no despertar. Sin embargo, volví a sentir esos labios húmedos sobre mi hombro descubierto y mi apodo en su voz ronca.
-Nena... -pidió-. ¡Nena, despierta!
Abrí los ojos.
Él me miraba atentamente, y cuando le devolví la mirada, sonrió. Temblé gracias a su brillante resplandor.
Volver a verlo ahí expectante me resultó hermoso en realidad. Pero era raro pensar que compartía extrañas cosas con él. No éramos la clase de amigos que se supone que son los ''mejores amigos corrientes''. No, no lo éramos. Nuestra relación era diferente. No solo porque éramos muy unidos... aunque sí, tal vez lo era porque éramos demasiado unidos. Demasiado.
Me tendió la mano.
(...)
El camino en el bosque era aún oscuro. En una hora, o tal vez menos, comenzaría a amanecer. Pero, mientras tanto, el color de los árboles oscuros daban al lugar un aspecto tenebroso. Algún asesino de mi imaginación aparecería en cualquier momento.
Apreté la manta que traía en los hombros más contra mí, alejando al frío de mi cuerpo. Harry vio mi acción, y me intentó donar su calor a través de un abrazo.
Él aseguró que solo teníamos que caminar un poco. No era el bosque impenetrable como daba la impresión. En realidad, unos cuantos metros era diferente. Eran las únicas palabras que recitó Harry, seguro de que si hablaba más, arruinaría la sorpresa.
Yo permanecí callada, dispuesta a ir tranquilamente. El bosque desaparecía de mi vista: su brazo me hacía acordar a su proximidad extrema y formaba parte de todos mis pensamientos. Sería mejor que se alejara, que tuviera frío, pero al menos llegaría con cordura a la ''sorpresa''. Todo era muy extraño de por sí. No sabía por qué me habría despertado tan temprano, y desconocía por qué lo había seguido.
Di unos cuantos pasos más, hasta que mis pies dejaron de emitir sonido. Las ramas y hojas secas fueron remplazadas por tierra. Mis pies se hundieron un poco hasta acostumbrarse a la superficie. Miré hacia el frente, sin saber con lo que me contraría.
Frente a mí estaba un río.
Una casa semejante a la nuestra, pero más pequeña, estaba cerca de un muelle de madera. El reflejo de la luna bailaba junto con el ritmo que el río le daba. Había un poco de viento, tal vez más fuerte porque estábamos cerca del agua, pero hacía más calor. Era extraño, pero reconfortante.
Harry unió nuestras manos y tiró de mí, dispuesto a enseñarme el lugar. Yo miraba todo asombrada, como si fuera un cuento de hadas.
Cuando por fin mis pies tocaron la madera del muelle, Harry soltó mi mano. El muelle tenía un techo enorme. Él dejó su mano contra mi espalda, y me dirigió hacia el final del muelle. Nos sentamos en el borde, dejando que nuestros pies colgaran. El agua apenas podía tocarnos cuando una pequeña ola chocaba contra la madera, pero noté que era helada.
Miré a la casa. Era de madera, normal, espaciosa, sí, pero más pequeña que la principal, y parecía helada. Solitaria. No me atrevería a entrar allí.
-Es linda, ¿no es así? -preguntó Harry, mirándome-. Entré. Es muy parecida a la otra -explicó-, solo que esta tiene pocos muebles...
-¿Había luz?
-Sí, aunque se apagó más de una vez. Es muy vieja esa casa.
Asentí.
Tiré de mi manta para cubrirlo. Pasé ésta sobre sus hombros. Él sonrió agradeciéndome, y me abrazó por la cintura. Dejé mi cabeza sobre su pecho, y sentí una vez más su distintivo olor. Podía sentir la sonrisa de sus labios, y me pregunté qué era lo que la causaría.
-¿Cómo encontraste este lugar? -me atreví a preguntar. Mi voz era baja-. ¿Cuándo?
-Hace unas horas -aclaró-. Cuando te dormiste. Como yo no podía hacerlo, pensé en venir a caminar, y me encontré con esto.
Cuando me dormí. Cuando me había dormido, había sido gracias a la cantidad de besos que en mi cuerpo había dejado. Me atreví a mirarlo a los ojos...
Él extendió la mano y cogió el collar que colgaba de mi cuello. En el metal estaba tallado nuestra amistad.
-¿Has visto la parte de atrás? -preguntó, muy cerca de mí.
No. No lo había hecho. Negué con la cabeza, y él asintió, confundido.
Dudando, metió su otra mano bajo su camisa y tiró de su collar. Me miró, como si esperara que le digiera que parara. Unió ambas partes de el corazón partido a la mitad. Cuidadosamente, lo dio vuelta, dejando a la vista una escritura fina y delicada.
''Te amo''.
-Te amo -repitió-, y eso me mata.
No sabía cómo había llegado a besarle los labios. ¿Era normal que una chica de 16 años, casi 17, besara a su mejor amigo? ¿Y que luego fueran capaces de mirarse el uno al otro y fingir que nunca lo habían hecho? ¿O que su mejor amigo le digiera que sentía algo por ella solo por celos hacia su novio? ¿O tal vez era algo que no solía pasar? ¿Qué tal si no era común? ¿Qué tal si _________ Timothy estaba metida en un lío del que no debería formar parte?
No, Louis no era mi novio. Él no lo era. Sí, quería que lo fuera. Yo realmente lo quería, pero algo me impedía decirle que lo amaba. Lo conocía hace meses. Él me había dicho que me quería. Yo se lo había dicho. Habíamos estado más cerca de lo que había estado con alguien, -físicamente, porque he estado con Harry más cerca de la forma sentimental y amistosa-. Aunque continuaba sin ser nada... ¿Por qué? ¿Él no quería que fuera así? ¿Louis solo...? No, no me quería. Es decir, lo hacía, de alguna forma. Tal vez no de la forma en la que yo...
Soy una perra, pensé.
¿Cómo era capaz de decir eso? ¡Yo lo quería! ¡Pero era una estúpida que se besaba con su mejor amigo y que fingía que todo estaba bien! ¿Cómo podía ser tan estúpida? No sabía por qué había llegado a ese punto. Quería a Louis. Él no me contestaba. Quería a Harry. Él es prohibido.
Los quería.
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My Trouble (Harry,Louis&Tú)
FanfictionEstá basada en una joven, que pasa la línea de amistad con su único amigo, como un hermano, generándole más de un problema. A su vez, vive un amorío junto con su vecino, un chico nuevo en el vecindario, dispuesto a vivir cualquier tipo de aventura...