Capítulo 73.

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Capítulo 73.

  Cerré la puerta detrás de mí, deseando poder cruzar la cuatra de una vez para lanzarme en los brazos de Louis.

Volteé sobre mis talones. Se me paralizó el corazón, para luego comenzar a latir abruptamente. Mi pie quedó suspendido en el aire, sin tocar suelo. Fui incapaz de respirar por un momento.

Louis se encontraba de espaldas a mí. Según pude ver, estaba limpiando sus manos engrasadas. Un coche celeste oxidado frente a él con el capó abierto, me dio a entender que lo estaba arreglando. Su, por Dios, espalda descubierta tenía un poco de sucio color negro. Gasolina, o grasa... No sabía demasiado de mecánica, pero supuse que era algo de esas dos cosas. Aquel era un día caluroso, supongo que por eso él se decidió por reparar aquel coche.

Me mordí el labio inconsientemente.

Él se inclinó dentro de el motor del coche, y comenzó a mover sus brazos, volviendo al trabajo. Los músculos de su espalda se contraían. ¿Cómo era que se le marcaban tanto?

Crucé la calle, con el corazón en la garganta. Pensé mil maneras de llamar su atención. Estuve entre aclararme la garganta o abrazarlo de golpe. Pero, cuando sentí el calor que su cuerpo emanaba cuando estuve lo suficientemente cerca, solo fui capaz de rozar la punta de mis dedos contra la piel sudorosa de su espalda...

Él se tensó. Dejó la herramienta caer al suelo, y ni se volteó a mirarme.

-Bebé.

-Lou.

-Te extrañé. -Se volteó y me miró-. Realmente lo hice.

-Yo también te he extrañado... -Suspiré-. Y también te llamé muchas veces.

Aquello sonó como un reproche.

Louis me miró fijamente, relamió sus labios, y suspiró él también. Se inclinó un poco y rozó mi labio con los suyos, pero se separó.

-Estoy todo sudoroso, y sucio... No creo que ni quieras tocarme. -Me miró-. Voy a bañarme.


Levanté una ceja.


(...)


La cama de Louis se hundió bajo mi peso. Era suave y esponjosa. Había estado allí más de una vez, y se enamoraba cada vez más de su cama. La mía solía darme contracturas, pero la de Louis era tranquila y pacífica, no dura como una roca.

Louis se puso frente a mí y removió su cabello. Las gotas cayeron sobre mi rostro, y los cerré con presión. Se lamentó, y rió.

-¿Cómo la pasaste? -preguntó-. ¿Bien?

-Ponte una remera y podré hablar -bromeé.

Las gotas caían sobre tu torso... Él era uno de mis mayores pecados.

Él solo soltó una carcajada y fue hacia su cajón. Se enfundó una remera sin mangas algo suelta y me miró, esperando una respuesta.

-Bueno, bastante bien -susurré-. Aunque, como sabes, no me contestaste nunca el teléfono... -Él abrió los labios, pero me apresuré a decir-: Y sabes que no estuvo bien, Louis, lo sabes.

-Tenía razones.

-¿Cuáles?

-Oye, no quiero pelearme contigo. Lo único que quiero hacer es abrazarte ahora que puedo.

Se acercó a mí. Intenté hablar antes que nada, pero ya se había arrodillado y tomó mis rostro entre sus grandes manos. Las cuales, me encantaban.

-Abrázame entonces, Tomlinson.

-Qué lindo que suena mi apellido en tus labios -coqueteó. No pude evitar sonrojarme-. ¿Sabes dónde sonaría todavía mejor?

-No... -Fruncí el ceño. Él rió.

-¿Qué tal un...? No lo sé. __________ Timothy de Tomlinson.

-Estás loco -susurré riéndome.

Él me besó.

Recordé el frío de aquella cabaña. Harry había logrado alejarlo de mí, pero durante un rato, cuando se acostaba a mi lado o me envolvía en sus brazos. En cambio, Louis, instaló el calor dentro de mí. Cada vez que me besaba lo lograba.

Él introdujo sus manos bajo mi camisa. Las dejó sobre mis caderas y tiró de mí para arriba. Logró con su fuerza dejarme sobre él en la cama. Sentí sus dedos sobre mis costillas, dándome cosquillas. Soltaba carcajadas pidiendo que se detuviese.

-Dios, Louis, detente. -Chillé-. ¡Duele!

Él se detuvo riéndose. Me tapé la boca al instante.

-¿Y tu mamá? ¡Dios, qué estúpida!

-Está trabajando...

-¿Y tu hermana?

-Con sus amigas. -Se encogió de hombros-. Si quieres privacidad, mi casa te invita.

Me guiñó un ojo.  

My Trouble (Harry,Louis&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora