My Trouble (Harry,Louis&Tú)

Capítulo 37.

Capítulo 37. 

(Narra ___________)

Llamé a mamá, diciéndole que me quedaría en la casa de una amiga. No podía decirle que era la casa de un ''amigo''. Además, su casa quedaba enfrente a la mía, lo cual era completamente efectivo. 

Louis estacionó su camioneta frente a su casa, y suspiró, demostrando cuan divertido fue lo que minutos atrás llevamos a cabo.

-Eso estuvo genial -susurró.

-¿Lo haces seguido? -pregunté interesada.

-Bueno... no seguido, pero lo he hecho más de una vez -sonrió.

-Ah -asentí.

-¿Quieres... ver una película? -lo miré, y él se apresuró a decir-: Ya sé que no es lo más divertido. Pero es una gran idea... creo.

-Es una gran idea -afirmé.

(...)

Louis dejó un boll de palomitas sobre mi regazo, y se arrojó a mi lado, pasando su brazo por mis hombros. Me apretó contra él, y yo no me negué. Sonreí y centré mis ojos en el televisor. 

Habíamos elegido una película cómica, ambos queríamos reír un poco. Luego de buscar y buscar películas, nos decidimos por Juerga hasta el Fin, también conocida como ''This is the End''.

Ésta había recibido críticas muy fuertes.

Reímos toda la película. Era la segunda película de Piña Express. Según Louis, tal vez no era lo que una chica debería mirar, resultó cariñoso.

En un momento determinado de la película, comenzamos a reír a carcajadas sin poder respirar; perdimos más de 10 minutos riéndonos. 

Me encantaba.

-¿Quieres comer algo? -preguntó Louis en un susurro, antes de besar dulcemente mi cabeza.

-Claro.

Preparó spaghetti al cabo de una hora. Dejó el plato cuadrado negro frente a mí. La salsa era de un color cálido. Me gustó, en cierto sentido, que no fuese esa salsa líquida que solían hacer el resto de la gente, y me sentí muy agradecida.

Se sentó frente a mí, y sonrió.

-¿Y? ¿Qué tal están? 

Probé un poco de aquella pasta, y no podía creerlo. Estaba exquisita. Antes, habría creído que Harry era un cocinero nato, pero Louis me dejó impresionada.

(Narra Harry)

-Dos de... eso -señalé el líquido amarillo que tenía el chico de al lado.

El Barman asintió y fue a preparar las bebidas. Volteé a ver dónde se encontraba, y por suerte distinguí a mi acompañante entre los cuerpos danzantes.

Era medianoche, y recién comenzaba la fiesta. Otra fiesta. 

No podía negarlo, me encantaba salir. Pero aún más cuando sabía quiénes estaban en aquella fiesta. Sabía con quién trataba, cómo comportarme, podía controlar y manejar a mi gusto... sobretodo a las chicas.

Ella se acercó a mí, y me penetró con la mirada. Tenía efectos del alcohol en todos mis sentidos, pero aún no causaba nada en mí. Nada que pudiera confundirme. Nada como mi amiga.

El Barman me entregó las copas largas con el contenido amarillo, y le pasé uno a Alison. Lo bebió de un solo trago, dejó la copa sobre la barra, y sacudió su pelo seductoramente.

-No perdamos más el tiempo... -susurró cerca de mis labios-, tenemos cosas pendientes.