Capítulo 104.

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  Llegué a mi casa con dos pesos sobre mi cuerpo, y prefería que me aplastaran antes de seguir soportándolos. Uno correspondía a mi mochila, y otro, a una parte de mí.
Tiré esa mochila con ladrillos a una punta de la sala, ignorando si rompía algo con ella o dentro de ella. Arrastré mis pies por el suelo, porque continuaba con un peso sobre mi hombro, uno que no me podía quitar, y subí con él por las escaleras, para luego meternos dentro de la habitación. Cogí el móvil, sin saber muy bien qué hacía, y marqué el número de la casa de _________.

Primer tono.

Segundo tono.

Tercer tono.

Cuarto tono.

Quinto tono.

«¡Holaaaa! No sé dónde estoy ahora realmente, pero luego te llamo. ¡Deja tu mensaje después del tono! Piiiip »

Colgué.

Quería oír su voz, pero no la del contestador. Me mordí el labio con fuerza, esperando no terminar del todo mal. Llamé a Niall, con un rápido movimiento de dedos. Suspiré, nervioso.
«Que alguien me responda, Dios mío, sino no responderé yo de mí.»

-¿Hola? ¿Louis?

Y sin previo aviso, me encontré llorando. No lloraba desde hace mucho, intentando interpretar el papel de hijo y hermano fuerte.

-No sé qué hacer conmigo, Niall...

(Narra ___________)

Mi rutina se tornó molesta. Todo era igual, pautado y sistemático. Lo único que me sacaba de allí, de las cuatro paredes, era Harry, son ideas alocadas y cambio de planes, tan inestables como el clima de Londres. Aun así, necesitaba algo más, y era a mi madre. La casa parecía vacía y aburrida, ganaba años de descuido en cada viaje de trabajo que tenía mi madre. Un año atrás, esas eran las palabras de Logan, siempre tan melancólico. Yo lo contradecía en cada ocasión cuando tenía oportunidad, no sentía lo que él, porque mi hermano era el que llenaba ese vacío y limpiaba lo aburrido de la casa. Pasé los dedos por los muebles viejos, y aunque estaban limpios, parecían tener polvo de años y años de soledad. Mierda, me sentía sola. Una lágrima. La sequé rápidamente, negándome a llorar.

«No puedes ser más idiota.»

-¡Hey! ¿Qué pasa, nena? -exclamó Harry, entrando a casa.

Negué con la cabeza, secando mis lágrimas, y le sonreí.

-Nada... Recordaba cosas. -Suspiré.

-Algún día, estarán devuelta -me consoló.

Se acercó a mí, y me besó la frente.

-No llores más, ¿sí? En dos años...

-¡Es demasiado!

-... Logan volverá. Y tu madre volverá también en una semana. Tranquila.

Bufé.

-Odio que seas tan positivo.

-Amo que seas tan negativa.

Me sonrojé, y soltó una carcajada.

-Bromeo -dijo simplemente.

Por alguna razón, me desilusioné. Se sentó en el sofá, y me miró, esperándome. Al ver que no me proponía acompañarlo, dio tres golpes a su lado. Fruncí el ceño, pero fui, arrastrando mis pies, y dejándome caer con todo mi peso; aún así, no lo moví ni un pelo.
Prendió la televisión y me estrechó contra sí. Respiré su aroma, pero algo me distrajo: el timbre. Me levanté, murmurando alguna que otra maldición, y abrí la puerta sin preguntar quién era.

-Creo que no era el mejor momento -comentó Zayn, sarcástico.

-¡Estúpido!

Zayn y Liam me observaban sonrientes. Apenas me los cruzaba por los pasillos, y habíamos perdido de a poco la comunicación. Les sonreí ampliamente, y los dejé pasar. Ofrecí un té, café, gaseosa o agua, algún aperitivo o simplemente unas galletitas, pero se negaron a todo. Rápidamente, se le unieron a Harry y comenzaron a platicar animadamente sobre temas que realmente ignoraba y mucho menos comprendía, puesto que apenas me interesaban los temas y formar parte de ellos. Pasando por alto su negación, les llevé a todos un vaso con leche y unas donas, lo poco que había encontrado. Eran las 16:44 de la tarde, y seguramente tenían hambre.

-Oh... -musité, comprobando que no tenía dónde sentarme. Liam fue el único que dejó la conversación de lado y se dio cuenta, por lo que me dejó sentarme en sus rodillas-. Gracias -sonreí.

Harry, aún charlando animadamente con Zayn sobre unos videojuegos que no se habían estrenado, me lanzó una mirada cortante. Celos. Sonreí para mis adentros, qué tonto.

-¿Vemos una película? -propuso Liam.

Harry lo miró enfurecido, pero respondió amablemente:

-Claro.

My Trouble (Harry,Louis&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora