My Trouble (Harry,Louis&Tú)

Capítulo 13.

(Narra ________)

Con delicadeza, me incorporé y miré a Harry. Él hizo una mueca, no quería imaginarme cómo me veía en aquel instante. Seguro tenía ojeras, los cabellos enredados y tal vez olía horriblemente. ¿A qué olería? ¿Alcohol? ¿A vomito? ¿Habría vomitado la noche anterior?

Aún no podía creerlo. La razón por la que me emborraché, o por la que se me ocurrió no ser una aburrida amiga. No sabía qué había echo la noche de ayer, por eso, estaba casi segura que no podría ver a mis compañeros en la escue...

-¡La escuela! -chillé, sorprendida.

-Ah, sobre eso... -se rascó la nuca-. Jack logró que la subdirectora no diese clases para el día de hoy.

-¿Cómo...?

-No lo sé -se encogió de hombros-. La subdirectora es amiga de su familia, ________.

-Claro, no lo había pensado.

Me saqué un peso de encima, y la tranquilidad paró mi abruptado corazón. Por alguna razón, me había asustado. Tal vez, porque alguna parte de mí, pensó que cabía la posibilidad de que me castigasen, después de todo fui a una fiesta en la mitad de la semana.

Abrí el paquete que contenía la porción individual de la tarta. El paquete, que estaba compuesto por un papel marrón, emitió un ruido que me aturdió. ¿Tales eran los efectos de la jaqueca? Suspiré, no volvería a emborracharme en lo posible. Harry se mostraba apenado, como sí eso fuera su culpa. Pero él no sabía que yo también intenté divertirme...

-Te traje una porción grande -susurró-. La Tía Milly guarda las mejores para ti.

Su voz llegó a dañarme. Sonaba apenado, ¿dolorido tal vez?

-¿Qué te pasa, Styles? -pregunté. Sabía cuando le pasaba algo, y ese día, algo le sucedía.

-Nada.

Ambos suspiramos al mismo tiempo, pero ignoramos la coincidencia absurda. Harry me tendió el baso de cartón con café y un tenedor. Dejé el café entre mis piernas, sintiendo el calor a través del fino cartón de Starbucks. Aún traía la ropa de la noche anterior, en ese momento caí en la cuenta, y este me hacía sentir molesta, me sentía acalorada con el vestido por más descubierto que fuese. Tragué un poco de tarta.

-Mmmmm -musité-.

-¿Te gusta?

-La amo -respondí, llevándome otro pedazo a la boca-.

-Oye -dijo, levantándose de la cama-, ¿qué quieres hacer hoy? Tenemos todo el día libre.

-Yo no soy la de las ideas, Styles.

-Te prefiero borracha -bromeó saliendo por la puerta.

Al cabo de diez minutos, terminé mi café y la tarta. Caminé despacio hacia el armario de Harry y busqué alguna muda de ropa mía. Encontré unos simples jeans míos y unas zapatillas deportivas. No encontré una camiseta. Agobiada, decidí tomar prestada una camiseta negra con un estampado rojo que decía ''Iron Maiden''. No me iba tan grande, ya que era de Harry cuando tenía unos 15 años.

Bajé las escaleras con una sonrisa, la pastilla había comenzado a funcionar y ya no me sentía tan molesta. Mi amigo, me observó desde el sofá. Estaba viendo los Power Rangers.

-¿Jamás maduraras?

-¡Pero, mira! -señaló la pantalla, emocionado-. ¡Cómo dan vueltitas en el aire, y... y sus espadas con luces...!

-Dios mío -susurré-. Hazza, ¿qué vamos a hacer al final?

-Em, ¿quieres ir al Bosque Encantado? -sonrió-.

-¡Sí! -dijo, alegremente.

El ''Bosque Encantado'' era un bosque común y corriente. Lo llamamos así cuando teníamos unos 8 años. Solíamos ir allí muy seguido en las vacaciones de verano, pero ya no lo frecuentábamos como antes. Me sentí más que alegre de volver a ir allí. Para cualquiera, era sólo un bosque, pero yo me sentía como en mi casa en aquel lugar. Era colorido, lo era. Había muchos animales, era frondoso y tenía lagos pequeños con el agua transparente, cristalina. Era como un bosque de cuento de hada.

Nos metimos en el coche de Harry, y comenzamos el viaje. Un viaje largo de una hora. Encendí la radio, dejando al coche sumido en un agradable silencio, dejando de lado a la música.

-¡I don't know about you. But I'm feeling 22! -canté, gesticulando exageradamente. Harry soltó una carcajada, mirando aún a la carretera solitaria.

-Nena, estás loca.