(Narrador Omnisciente)
El joven caminó rápidamente. Estaba llegando tarde, y aquel sábado tenía que jugar un difícil partido. Estaban casi en la semifinal. No podían perder, y menos él llegar tarde.
Iba tan rápido, tan concentrado en llegar temprano, que no había visto a un par de jóvenes al lado suyo. Eran unos cinco chicos, tres de ellos jugaban con Louis en el equipo. ¿Por qué no estaban allí dentro?
Se suponía que los jugadores debían estar allí unas dos horas antes, para poder arreglarlo todo, para planear y meditar las jugadas.-Hey, hola, chicos.
-Pero miren quién es -exclamó Connor, uno de sus compañeros de cancha-, nada menos que el gran Tomlinson.
Louis sonrió, pero se le borró la sonrisa en el mismo momento en el que los otros lo miraron con desagrado.
-Escúchame bien, idiota -mandó Connor-. No me caes en lo más mínimo, y te estás llevando contigo a todo el público. Y, ¿sabes qué?
Connor se acercó demasiado al joven, ése que estaba más que sorprendido.
-¡Es mi público! -gritó.
Louis abrió los ojos sorpendido, pero no atemorizado.
-¿En serio? ¿Por eso me guardas rencor? -interrogó, incrédulo-. Mira, la mejor manera de ganarte al público es... bueno, lo principal, aprendiendo a jugar.
Al otro joven no le gustó en absoluto la actitud de Louis. Lo enfureció, mejor dicho. Tanto que su puño voló a la cara de Tomlinson.
(...)
________ miraba por la ventana, hacia la casa de Harry. Él estaba allí, para no dejar la casa tan abandonada. Pero ella se aburría, muchísimo. Pensó en ir a buscar algún CD para no pasársela sin hacer nada. Pero algo la detuvo, y fue aquel coche negro que frenó frente a la casa de Louis y luego arrancó, tan rápidamente, que le costó seguirlo con la mirada.
Y allí vio, a ese chico, tirado en el suelo, lleno de rasguños y moratones. Sangre y tierra.-¡Mierda!
Ella salió de su casa poseída por el terror. Cruzó sin mirar y se arrodilló junto a Louis, para sostenerlo. Le miró el rostro, completamente golpeado. Él no abría los ojos.
-Louis... Dios mío, Tomlinson, ¿qué te han hecho? -preguntó desesperada, pasándole la mano por el cabello.
-Be... ¿Bebé? -Él abrió los ojos, la miró unos segundos, y sonrió.
Se apresuró a meterlo dentro de su casa. Lo recostó en el sofá y corrió en busca de un kit de primeros auxilios. Lo que más le importó fue el rostro, fue lo principal. Louis hacía muecas de dolor de vez en cuando. Ella trató de ser suave, pero no sirvió en absoluto.
Louis cogió su mano, para evitar que continuara poniéndole una extraña sustancia en el corte de su ceja. La miró a los ojos, y ella sintió que moriría al instante. Louis trató de sonreír, pero estaba tan dolorido que no lo logro.
-Déjame terminar -pedí.
-Mírame a los ojos... -rogó, notablemente triste.
Yo negué con la cabeza, sabiendo que si lo hacía, saldría mal parada.
-Bebé...
-No me llames así -corté.
Él suspiró en agonía. No quería tratarlo así, pero no quería tampoco mentirle, ni mentirme.
-Lo lamento.
-No, yo lo lamento -susurré.
Él me observó, extrañado.
No tenía ni el más mínimo derecho de tratarlo como lo estaba haciendo. A pesar de todo, él jamás cambió su papel de chico dulce y cariñoso, no quería actuar como una perra. Él no lo merecía.Sus ojos azules brillaban. Sostuvo mi mirada unos segundos, pero luego miró para otro lado, con una expresión que no pude comprender. Terminó por cerrar los ojos.
-Descansa un poco...
Cogí su teléfono y llamé a su madre. No atendió a la primera, supuse que estaba ocupada. Tuve que llamarla dos veces más hasta que cogió el teléfono. Contestó con una voz dulce, pensando que era Louis.
-¡Cariño! ¿Cómo fue el parti...?
-Disculpe, señora, soy yo, __________.
-¿__________? Cuánto tiempo, ¿cómo está todo? ¿Louis está contigo?
-Sí, él está aquí -contesté, observando al aludido que dormía con tranquilidad-. Por eso la llamaba, señora, no sé qué ha ocurrido exactamente.
(...)
-En serio, ¿va a quedarse allí toda la noche? -preguntó Harry, molesto, desde el otro lado de la línea.
-Sí, Styles, ¿tienes algún problema?
-Claro que tengo un problema, se supone que debería ir a pasar la noche contigo, y estará él allí. ¿Acaso no tiene familia?
-Le propuse yo misma a su madre que lo dejara a mi cargo -respondí molesta-. No podría haberse levantado de la cama sino, no sé cuántos lo golpearon, pero está destrosado. -Suspiré-. Puedes venir, si quieres.
Sin embargo, no apareció.
Louis estaba en mi cama, mirando por la ventana. Nunca había visto en él una mirada tan vacía. Me acerqué lentamente a él, sin hacer ruido, y me senté a su lado. Él no me miró.-Ten -susurré, tendiéndole una taza de sopa caliente. La aceptó, pero me volvió a ignorar, volvió a evitar mi mirada-. ¿Cómo te sientes?
-Bien.
Suspiré. ¿Por qué me lo hacía más difícil?
-¿Quién te hizo esto? -interrogué, atreviéndome a acercarme y tocarle suavemente el corte de la ceja derecha.
-Los del equipo.
-¿¡Qué!? -chillé-. Los mataré...
-No, ________. Tú no vas a hacer nada.
-¡Mira cómo te han dejado! ¿Vas a dejarlo así? Espero que no vayas más al equipo de futbol.
-No, no iré.
Me miró.
Dios mío, no recordaba la última vez en la que me había observado de esa forma, como si se metiera en mis ojos, buscando mi alma. Tendría que haberme alejado, no podía seguir sintiendo esas cosas, habían pasado varios meses y lo había olvidado. Lo había olvidado. Lo había hecho.-¿Cuándo fue la última vez que te tuve tan cerca...? -preguntó él.
Mierda.
Sabía qué frases usar para confundirme. Cerré los ojos, como si pudiera evitar un golpe en mi orgullo, o en mi cordura.-Hace mucho -respondí, levantándome de la cama.
Traté de irme, pero me cogió la mano. Me miró con una pena punzante.
-Demasiado.
Le sostuve la mirada dos segundos, y luego me retiré.
Maldito.
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My Trouble (Harry,Louis&Tú)
Fiksi PenggemarEstá basada en una joven, que pasa la línea de amistad con su único amigo, como un hermano, generándole más de un problema. A su vez, vive un amorío junto con su vecino, un chico nuevo en el vecindario, dispuesto a vivir cualquier tipo de aventura...