Capítulo 47.

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Capítulo 47.

-No deberías haberlo hecho -insistió ella.

Louis soltó una risita juguetona, y atrevidamente, chocó su palma con la de ella, la cual se mantenía en el aire esperando, y entrelazó sus dedos. 

-¿Qué cosa? ¿Haberte convencido de fugarnos de la escuela o romperle el estómago a ese idiota? -dijo, con una sonrisa que generó el estado de ebullición en las tripas de la chica.

Ésta negó con la cabeza, graciosa, y lo arrastró hasta el otro lado del parque.

Sólo eran un par de adolescentes sin saber a dónde ir. Él quería llevarla a su casa, y tocarle la guitarra. Pero sacó ese pensamiento de inmediato de su mente. Ella únicamente quería estar con él en ese momento. No importaba si era en su casa, en el parque, ella quería tenerlo al lado y reírse de sus infantiles bromas.

-Bien -se detuvo, llevándose a ella con él-. No tengo la más mínima idea de a dónde podríamos ir -hizo una mueca.

-Aburrido -acusó ella.

Él levantó una ceja, y ella notó la amenaza en éstos. Louis comenzó a correrla, y la joven soltó un chillido al verlo correr. La chica corrió lo más que pudo por el parque solitario. 

Éste consistía en millones de plantas y flores. Para entrar en él, se pasaba por unas rejas que siempre se encontraban abiertas, y se extendía en un enorme e interminable recorrido de diversos caminos, diversos colores y diferentes experiencias. Ellos se encontraban frente a una fuente a lo que se llamaría un lago diminuto. 

En la anterioridad, ella visitaba ese lugar con su padre. El lago tenía patos de derivados colores y ella los conocía a todos. Pero Louis consumía toda su atención, por lo que ella ni se centró en el pasado que había vivido en aquel sitio.

Louis se sentó al lado de ella, fatigado. ____________ se encontraba con la pierna derecha doblada pegada contra su pecho, mientras su barbilla descansaba sobre la rodilla. Miraba ahora el lago vacío, sólo habitado por peces enormes y diminutos. 

Había llegado a ver a uno negro enorme a comparación al resto, pero extrañaba a los patos.

La castaña logró contemplar por el rabillo del ojo la miraba fija que él clavaba, y sintió cómo se le ponían los pelos de punta.

-_________ -la llamó-, ¿te puedo preguntar algo?

(...)

-¿Cuántas veces tengo que repetirte que me molesta tu presencia? -preguntó irritadamente. 

-Vamos -ella extendió los brazos en signo de exageración-. No debemos mentir; solo jugamos.

Harry se volteó a verla, dejando un pie sobre un escalón de la tribuna. Su mirada picó en los ojos de Alison, y ella sintió un escalofrío: no por atracción, sino la profundidad de sus ojos verdes. Éstos reflejaban agotamiento, pero en realidad lo que a él le consumía las energías era el secreto que quería gritar a los cuatro vientos, y a su amiga.

Alison removió sus hombros en un movimiento poco perceptible, y chasqueó la lengua, fingiendo malestar.

-¿Por qué eres tan mierda conmigo? -preguntó ella, realmente herida.

-No soy mierda contigo -se encogió de hombros-, sólo que no me das razones para considerar tratarte como a una verdadera mujer.

Se dio la vuelta, con la intensión de subir aún más a la tribuna, donde el resto de los estudiantes yacían concentrados en el partido. Pero su acompañante pronunció su nombre sobre el murmullo de los espectadores. 

-¿Qué? -volvió a mirarla, irritado por el hecho de sólo haber subido un escalón de madera que crujía bajo su peso.

-¿Quisieras al menos...-hizo una mueca-, no ser tan frío? 

Los hombros de Harry cayeron derrotados. Él estaba siendo de verdad frío con ella, y le había dado hasta incluso pena. Cedió fingiendo una sonrisa, y le extendió la mano, incitándola a que se sentasee con él en los últimos bancos, en lo más alto de la tribuna.

En realidad, la chica no estaba dolida, le gustaba que él la ignorase. La obligaba a que siguiese intentándolo, y más si se trataba de Harry, con quien había compartido ya situaciones personales. 

Por otra parte, Harry le tendió su bebida fría en el baso de telgopor, quedándose con el plato de plástico transparente que contenía nachos. 

Centró su mirada en el campo, y vio a un jugador acercándose al arco. El jugador, con increíble rapidez, esquivó a todos los del equipo contrario que se disponían a detenerlo, y con una profunda patada, hundió la pelota en el ángulo. La red blanca se echó hacia atrás por el impulso.

El público estudiantil se alzó en un rápido movimiento al compás de la celebración de los jugadores, y aplaudieron estruendosamente.

-¡Gol!

My Trouble (Harry,Louis&Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora