My Trouble (Harry,Louis&Tú)

Capítulo 91.

-Si tanto quieres divertirte, da una idea, maricón -se quejó Harry.

Logan se pasó los dedos por el cabello, suspirando, y murmuró algo de que éramos demasiado aburridos.

-¿Qué tal si vamos a la plaza a ver chicas?

-Agh, Dios mío... -suspiré.

-Ah, cierto, ¿y tú no puedes mirar chicos? -propuso Logan.

-No, ella no mirará a nadie -se negó Harry, a lo que Logan y yo lo miramos extrañados-. No vamos a ir a ningún lado, consíguete una novia.

Logan solo soltó una suave carcajada y yo me quedé allí, mirando como mi hermano se levantaba y se ponía una sudadera.
A muchas chicas les parecía atractivo mi patético hermano. Lo cierto es que sí, era atractivo, aunque no era para tanto. Siempre me esforzaba por alejar a esas estúpidas atrás de él. No es que a él le afectara mucho la atención femenina, en realidad le encantaba, pero a mí no. Harry aseguraba que podía ser más celosa yo con mi hermano que al revés. Yo, lógicamente, lo admitía. Era mi hermano, pero no tenía que ser nada de las otras chicas.

-Vamos a tomar un café y a ponernos al día -propuso entonces mi hermano.

(Narrador Omnisciente)

Los tres jóvenes caminaban por las calles de Londres, uno que tenía un cielo blanco. Esos no eran los días favoritos de __________, porque no había sol, ni lluvia. No era un día lindo.
Sin embargo, mientras dejaban detrás de ellos calles y calles de distancia de sus casas, el cielo comenzó a adoptar un poco de gris, dejándola ver que llovería.

Logan se mostraba muy animado. Lógico, hace mucho tiempo no tenía tiempo de estar con su amigo y su hermana, dos de las personas más importantes de su vida. En NY se centraba mucho en estudiar, prácticamente era lo único que hacía, así podía aprobar todo y lograr volver más rápido a su casa.
Harry solo tenía sus manos en sus bolsillos con fin despreocupado, y se reía y acotaba alguna que otra vez, pero siempre de la mejor manera. Mientras que ella estaba entre medio de ambos, prestaba mucha atención de las anécdotas de su hermano.

Entraron en una cafetería, riéndose de una tontería que Harry había dicho. La cafetería apenas tenía una que otra mesa vacía, había demasiada gente.

-Veamos dónde podemos sentarnos -propuso Logan, quejándose.

La chica recorrió la cafetería con su mirada. Había de amigos a parejas, familiares y niños. Le sorprendió el hecho de que tanta gente entrara en una pequeña cafetería. Muchos hablaban animadamente con los camareros. El dueño se encontraba presente, lo conocía. Estaba detrás del mostrador, riéndose de los comentarios de una jovencita junto a él, su hija, Lyndah. Ambos eran muy queridos en la zona, claro, era un sitio casi familiar. Logan se acercó, sonriéndole a Thomas, el dueño. Lyndah se sonrojó, típico.

-¡Logan, cuánto tiempo! -exclamó Thomas sonriente.

-Voy al baño -susurró Harry en el oído de la chica.

Ella asintió, viendo como Harry se dirigía al baño de hombres.
Fue en ese momento cuando vio a alguien que le parecía conocido. Conocía bastante ese cabello, y esos hombros. Su corazón se detuvo al ver los tatuajes en el brazo del joven, y supo al segundo quién era.

Louis.

Platicaba con una chica. Él estaba de espaldas, pero podía verla a ella. Tenía el cabello negro y los ojos celestes se le notaban desde la distancia, una encantadora sonrisa y mejillas rojas. ¿Cómo podía estar Louis con ella...? Hacía solo dos días, casi tres, le había dicho que no había nada más que hacer en una relación que nunca tuvo principio. ¿Sería esa chica la razón...? No, ¡claro que no!

La chica se sintió repentinamente triste. Se acercó a Logan con la cabeza gacha.

-Logan, no me siento bien... Y he dormido muy poco -se excusó-. Volveré a casa.

-¿Bicho? -preguntó Logan, mirándola preocupado-. ¿Quieres que vayamos contigo?

-¡No, no, claro que no!-exclamó ella-. No se pierdan de un rico café -comentó sonriendo.

-Bien.

Ella salió de la cafetería, algo desilusionada. Alguna parte de ella pensó que volvería a estar todo bien con Louis... Pero, ¿qué pretendía? Horas atrás había besado a Harry. Estaba perdida en las emociones.

Por otro lado, Louis, le dedicó una última mirada a la chica y miró por la ventana.
Su corazón se aceleró cuando vio los cabellos castaños de aquella chica, reconociendo así a __________.

-¿Bebé...? -susurró para sí mismo.

-¿Qué? -preguntó su acompañante.

-Nada, Tina, tengo que irme. -Comenzó a levantarse.

-¿Sucede algo? -cuestionó la morocha.

-¡Nos vemos!

Salió rápidamente de la cafetería y corrió detrás de Timothy.

-¿_________?

No se atrevió a llamarla con cariño, suponiendo que no tenía derecho.
Ella se volteó.

-Louis -susurró, poniéndose el cabello detrás de la oreja, bajando la mirada.

-¿Está todo bien?

-Está todo en perfecto estado -respondió al instante, sin mirarlo.

Louis la miró detenidamente. Se sentía tan lejos de ella sin importar que se encontraba a solo un metro y medio.

-¿Segura?

-¿Nena?

Harry caminó hacia ella y con unas largas zancadas ya se encontraba enfrente. Miró a Louis, como si hubiese hecho algo malo, y se quejó.

-¿Y tú, qué?