Despedida pendiente

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Y, de pronto, apareció nuevamente...

Así, de la nada...

Cual si fuese una sombra espectral en medio del desierto...

Yo sólo levanté la mirada...

Y, como si hubiesen sido guiados por un ángel, mis ojos posaron su vista directamente hacia el recién llegado...

Todas las sensaciones que creí perdidas, resurgieron de golpe en ese instante...

Se desató una fuerte conmoción dentro de mi pecho...

Y, en la lejanía, lo vi tan prístino...

Con ese inconfundible y pausado andar...

Y esa esencia tan suya...

Que lo hace siempre único...

Distinto a los demás...

Pasó de largo... no percibió mi presencia...

No pudo... o no quiso...

Yo no sabía cómo reaccionar al tenerlo cerca...

Sólo me mantuve de pie, con la mirada fija hacia el vacío...

Inmersa entre los recuerdos que su llegada trajo consigo...

De repente, escuché una voz detrás de mí...

Volví la vista atrás...

Y ahí estaba él...

Casi tal y como lo recordaba...

Aunque un poco distinto...

Su semblante semejaba madurez...

Pero conservando siempre esa infantil esencia... sólo suya...

Los sentimientos estallaron en mi interior... y me quedé muda ante su presencia...

Inmóvil... silenciosa... inerme...

Tan sólo me sonrió con su mirada... y se fue...

¿Acaso fue ésa nuestra despedida pendiente?...

Qué locas ansias de abrazarlo... de besarlo... de decirle "bienvenido"...

Pero su visita fue efímera... como una estrella fugaz entre mis tinieblas...

No logramos entablar conversación alguna...

¡Rayos! Lo dejé ir una vez más...

Y se marchó nuevamente... sin pronunciar una palabra...

Sin decir nada...

Ni siquiera un adiós...

Un hasta pronto...

O un... hasta siempre...

Nada...

Me dejó aquí, ahogando mis ganas de saberlo cerca...

Con todas las caricias que no pude darle...

Con todas las cosas que no tuve el valor de decirle... y que ahora, por más que quiera, ya no podré...

Con todos los besos que tanto ansié, de su boca, robarle...

Con todo el amor que siento, y que no pude expresarle...

Con todos los anhelos frustrados...

Ahora... sólo existo... habitando en la sombra del pasado...

Muriendo cada día... por no poder tenerle...

Renaciendo cada noche... porque es sólo en sueños cuando puedo estar junto a él...

Se fue así, nada más...

Y me dejó aquí... con esa despedida pendiente... 

Pequeños poemas en prosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora