* improvisación *

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Me encanta verlo sonreír...

Cuando su rostro se enciende con tal vivacidad y candidez, en mí despierta esa sonrisa inevitable...

Yo me quedo casi embelesada al contemplar sus ojos tristes, y más absorta aún, cuando en un frágil fragmento de segundo, su mirada coincide con la mía...

Adoro observarle... tan humilde... tan humano...

No es como los otros... no se cree mejor que los demás...

Para mí ya es mejor sólo por eso...

Y su voz... grave, suave, amable... me invita a soñar...

Me llena de una paz inexplicable...

Al pronunciar mi nombre, en un momento efímero, se vuelve, sin embargo, inolvidable...

Me encanta su jovialidad, mas él sabe cuándo mostrar la más fortuita seriedad...

Él es simplemente él...

Y, si tan sólo yo no fuese tan joven...

O si él no tuviese un camino ya trazado...

Realmente me encantaría darme una oportunidad con él...

O, al menos...

Encontrar a alguien como él...

Pequeños poemas en prosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora