En medio de la encrucijada

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Caminé con recelo por la oscuridad...
Una luz se avistaba...
La percibí con cierto desdén...
Quería impregnarse en mí...
Pero mi escepticismo no me dejaba entregarme a ella...


Intenté alejarme corriendo...
Pero mis pies no se movían...
Mi cuerpo no respondía...
Y ella se acercaba...


Se enroscó lentamente en mis brazos...
Aprisionándolos con sutil fortaleza...
Suficientemente suave, para no herirme...
Suficientemente fuerte, para no dejarme escapar...


Con mi cuerpo formó una cruz...
Me tenía del todo controlada...
Sin separarse, se alejó...
Y tomó la silueta de un ángel...


De ponto esa luz se convirtió en sombras...
Y habló con voz pausada...
Ordenándome decidir...
Entre matar...
O morir...


Desesperada le pregunté...
¿Qué he hecho yo para merecer algo así?
Aferrarte a un sueño, me respondió...
¿Y qué hay de malo en soñar?
Convertirlo en obsesión...


Diciendo esto...
Me entregó una daga...
Manchada de sangre...
Que quemaba...


Es el momento de decidir...
Te entrego tu sueño...
Convertido en realidad....


Y dejó caer frente a mí lo que más anhelaba...
Él...
Mi sueño...
El que tanto amaba...
El que nunca existió...
El que siempre anhelé...


Elige...
Matar...
O morir...


No puedo...
No puedo matarlo...
Es él...
No puedo...


Entonces no hay más salida...
Tendrás que morir...


Me quitó el puñal de las manos...
Lo apuntó hacia mí...
Y tomó su forma...
La de él...
La de mi sueño hecho realidad...


Sin darme cuenta...
Empuñé una daga que encontré en mi mano...
Que apareció de la nada...


Mis lágrimas caían...
Me dolía verlo así...
Intentando quitarme la vida...


Sólo una decisión...
En medio de la encrucijada...
Era su vida...
O la mía...


Caí de rodillas...
Con los brazos abiertos...
Formando una cruz...
Él dejó caer su daga...
Y me abrazó...


Ahora todo ha terminado...
Veo que eres más valiente de lo que creí...
Pero no puedo quedarme contigo...
Soy sólo eso...
Tu sueño...


Me dio un beso...
El primero...
El último...
El único...


Su imagen se desvanecía lentamente...
Su piel se volvía cada vez más traslúcida...
Y se fue...


Aún lo sigo esperando...
Recordando cada segundo que estuve...
En medio de la encrucijada...
Viendo su silueta...


A veces quiero pensar...
Que la brisa es su piel...
Acariciando suavemente la mía...
Besando delicadamente mis mejillas...
Y diciéndome "te amo" en su ulular...


Pequeños poemas en prosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora