* improvisación *

56 1 0
                                    

Para...

Sólo para... por favor...

Deja de brindarme algo de tu esencia a cuentagotas como limosna...

Sabes que no es justo...

Yo, que te ofrezco todo mi tiempo y mi existencia... recibo sólo las sobras que te animas a tirarme cuando estás aburrido, y que yo recojo ansiosa porque es la única manera en la que puedo tener algo de ti...

Me he convertido en el objeto de tu burla y tu divertimento... y lo peor es que no quiero cambiarlo, porque si me planteo siquiera a levantarme para salir de mi miseria, eso implicaría perderte por completo... y no quiero...

¿En qué momento dejé mi orgullo de lado?

¿Cuándo fue el instante exacto en que te volviste mi adicción y mi más ferviente anhelo?

Si bien es cierto que has despertado algo en mí que hace tiempo creí muerto, no se siente igual que antes...

Nada surge del mismo modo dos veces...

Pero aunque está despierto, no se agita con furor al encontrarte... ni tampoco se mantiene aletargado cuando estás presente...

Este corazón ya fue herido y desangrado tantas veces, que aún me pregunto cómo es que sigue manteniendo en pie a este cuerpo que te resulta invisible... y supongo que tengo algo de suerte de que así sea, porque si de por sí mi vida a tus ojos no vale nada, debo suponer entonces que mi envoltura podría parecerte una figura grotesca...

Mi mejor suceso y mi peor error han sido coincidir contigo en este espacio-tiempo que nos separa...

Estoy segura de que si pudieras entrar un momento en mi cabeza y descubrir al espejismo de ti que me inventado, la indiferencia se transformaría en asco... y pasaría de ser una mera suerte de entretenimiento, a alguna especie de monstruo del que quisieras mantenerte por siempre alejado...

¿Será posible que pueda caer aún más bajo?

Deseando tu tiempo, tus ganas, tus sueños y haciendo que tu espejismo se entregue a mí con la mayor de las ansias...

A veces me temo que estoy cruzando la línea entre la fantasía y la locura...

Pero supongo que no importa...

Siempre estarás a salvo de mí, porque en mi dimensión no tengo más remedio que permanecer de brazos cruzados...

Pero te puedo asegurar algo... en mi mente te quedarás por mucho tiempo... y no podrás hacer nada al respecto...

Pequeños poemas en prosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora