* improvisación *

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El tiempo corre, vuela, y se desvanece en luz...

Hay una melodía silente que susurra el viento... es una lengua extraña, inexistente... no hay retorno una vez se es cautivo de las voces del horizonte...

Quizá podría resistirme al embeleso de la aurora y su cantar de ángeles que, bajo sus alas, guarda la calidez de la luna llena...

Desaparezco entre las sombras... mi esencia se agita entre delirios y emociones...

Me adentro en un bosque lleno de olvidos y memorias de un pasado que jamás he vivido...

Escucho un canto triste... una voz de campanelas y ligeros tintineos de plata... su acento es inconfundible...

Vienen a mi mente reminiscencias casi turbias... han perdido la pureza que tuve un día...

Las aves ya no vuelan... sus alas están cansadas de esperar ese amanecer que nunca llega... no es el sol alzándose desde el oriente... ni es la aurora violácea que se extiende desde el norte...

Llega a mis oídos un lamento... un aullar de lobo solitario en la meseta esteparia... el frío me envuelve en la más ardiente brisa...

No sé qué estoy haciendo... no sé por dónde van mis pasos que se dirigen sin rumbo hacia el ocaso eterno...

Buscan la utopía que sucedió en días pasados... la más real de mis fantasías... la más falaz de mis verdades...

No hay camino... no hay estrellas... no hay destino...

Lluvia... cae suave y gélida... tiene una esencia que me recuerda algo que ya he soñado... algo que ya he visto a ojos cerrados...

Fluye... la luz fluye en forma de orbe que deja una estela oscura a su paso...

No se detiene... no me persigue...

Quiero sólo un segundo que dure mil años... quiero un amor moribundo... quiero una causa subyacente...

Cántame tus pecados... materializa la piel que anhelo alcanzar pero no puedo, porque no existe...

Déjame saborear la mirada en esos ojos que me acechan desde la oscuridad...

Mis manos están vacías... ¿dónde está el cuerpo desnudo de tu esencia? Quiero tocar el aroma de tus deseos escondidos... quiero recorrer la senda de tus sueños ausentes... y dormir abrazada a la terrible pesadilla que supone tu falsa existencia...

Respírame... quiero exhalar mi último aliento en tu belleza sombría...

Quiero rozar la llama gélida de tus pasiones desbordadas... que su flama argéntea oscurezca los rincones de mis inseguridades...

No... no quiero esto... no quiero vivir así...

Sólo me falta tiempo... sólo eso...

A veces deseo la muerte tanto como te deseo a ti...

No hay futuro... no hay descanso...

Pequeños poemas en prosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora