Despertar en vano

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Ese espasmo de dolor y de vacío, ¿sabes qué significa?

Es el equivalente al esmero que te ofrezco como presente y que arrojas con rostro inexpresivo a la basura...

Todos esos besos que tenían a tus labios como destino, ahora se mueren porque no encuentran un lugar de bienvenida...

Se desintegran, se disipan... de ellos no quedan más que las ganas incumplidas y las sombras desgarradas...

El desdén es la mejor de tus virtudes, y esa mirada ausente que observa a la nada cuando te tengo enfrente, no hace otra cosa que repetirme una y otra vez que nunca seré algo más que un espacio ocupado estorbando y respirando el aire que merecía alguien mejor que yo...

El desprecio se vuelve indiferencia, y es ahí cuando más duele, porque si me odiaras, mi muerte te supondría júbilo... y entonces valdría la pena extinguir esta miserable vida humana sólo por sonsacarte una suerte de sonrisa... 

Pero al serte irrelevante, no hay diferencia en si aún camino o si estoy bajo tierra...

Cada intento es en vano... y sólo me queda refugiarme en el espejismo que creé de ti en mi mente... 

Pero jamás será suficiente si no puedo tocar tu piel de fuego... quizá con sólo rozarte podrías quitar el frío que me envuelve día a día...

Pero eso no pasará, ¿no es así?

Mis manos nunca serán suaves para ti...

Mi pecho guarda un espacio que es sólo tuyo, pero que jamás encontrarás acogedor porque a tu parecer jamás seré digna de merecerte...

Y no te culpo por ello...

Si tuviera que purgarme todos los defectos a punta de puñaladas, gustosa me clavaría cada estocada si con eso me resto algo de insignificancia...

Mi dignidad se desmoronó en el instante justo de escuchar esa respuesta inevitable que ya me era conocida...

El rechazo no me ha abandonado desde que desperté por vez primera... pero el que camine siempre a mi lado no significa que no sea un compañero indeseable...

Me figuro patética, lo sé...

Y no me refiero sólo a lo que tú repentinamente has evocado... sino a todas esas veces que quise alcanzar un sueño aparentemente posible, pero que se quedó sólo en las ansias porque nunca encontré la manera de saber si el problema estaba en mí o en cada intento fracasado...

Estoy cansada y dolida...

Me gustaría que fueras esa excepción en mi sendero lleno de negativas... pero eres algo peor que eso...

Eres el silencio del desaire y las lágrimas que ya no puedo derramar porque me quedé seca y vacía hace tiempo...

Eres lo que nunca busqué en mi vida, y sin embargo lo que más anhelo ahora...

Si tan sólo yo fuese un poco menos invisible y tú un poco menos inalcanzable, quizá no sería tan inútil esto que en mi interior nuevamente has despertado...  

Pequeños poemas en prosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora