Ah, mi querido señor...
Realmente usted me inspira...
¿Cómo explicar lo inexplicable?
¿Cómo describir lo inefable?
Su sola presencia me transmite una sensación de confianza...
De seguridad...
Incluso de dulzura y apacibilidad...
Podría pasar la eternidad entera tratando de escribir lo que, en mí, usted evoca...
Pero no puedo...
No existen tales frases...
Y si existen, no logro articularlas...
O tan siquiera encontrarlas...
Es simplemente una emoción confusa... casi sórdida y perdida...
Cómo me gustaría ser aquella que logra esbozarle una sonrisa en su cálido semblante...
Podría intentarlo...
Pero no quiero que me tome por ligera o incluso una demente...
Sólo soy una soñadora...
Un alma que halló, sin querer, la inspiración que buscaba...
O cuanto menos la que intentaba recuperar...
Mas prefiero observarlo desde las sombras...
Furtiva en mis silencios... en mis penumbras...
Envuelta en todas mis inseguridades...
Y en la práctica imposibilidad de imaginar, aunque en broma fuese, una solitaria oportunidad...
Porque sé que no tendré cabida en un corazón que ya tiene recorrido un sendero...
Bien sé que jamás estaré a la par...
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Pequeños poemas en prosa
RandomUna recopilación de textos que escribí hace muchos años... antes de que mis letras me abandonaran. Está dividida por Arcos. Cada Arco corresponde a una persona, salvo EGO I y II que son míos, antes y después del paso de esas personas en mi vida. He...