Entre la esperanza y la resignación

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Fondo musical:

Bajo mi ventana, una flor se halla marchita...
Desprovista de vida, de sueños, de ilusiones...
Despojada de su belleza, de la dulzura que emanaba de ella...


Un suspiro se escapa de mis labios...
Pero muere sin haber tocado la mustia rosa...
Me siento igual que ella... lánguida y frágil...
Descalza, desnuda, inerme...
Sin la aspiración de un mejor mañana...
Con la compañía de un ayer que me atormenta...
Y la certeza de que hoy sólo será uno más de tantos...


Me miro en el espejo...
Y sólo observo a una mujer débil... frustrada... deprimida...
Con la soledad en su semblante...
Con el silencio en su voz...
Y el vacío en su mirada...


Mis ojos se han quedado secos de tanto llanto...
Y en mi pecho... nada...
No hay nada...
Apenas un difuso fragmento de lo que fue una historia inventada...
Una realidad imaginaria...
Un sueño solamente...


Siento que mi interior se ha quedado vacío...
Libre de todo sentimiento... de toda emoción...
Libre de sosiego y de dolor...
No hay luz... ni oscuridad...
No hay calma... ni tempestad...
No hay nada... sólo un vacío...
Un triste vacío...
Un vacío que quizá ya no se pueda llenar...


Ahora siento que las horas son cadenas...
Que los minutos son flechas...
Que los segundos son heridas...
La muerte es una hermana...
La oscuridad, una amiga...
La soledad, una amante...
La agonía, una canción...
Cual si fuese una desesperación absurda...


Siento que ya no queda esperanza alguna...
Como si el destino fuese el fin...
Maldita estupidez...
Maldita... maldita estupidez...
Maldito corazón de mujer...
Maldito corazón que se estremece al escuchar nuestra melodía...
Ésa que alguna vez fue una tarde hermosa...
Un ocaso mágico...
Una palabra de aliento y de esperanza...


Cada nota es un tributo a su sonrisa, a su mirada, a su voz, a sus palabras...
Un tributo que ahora quisiera relegar al olvido...
Tenerlo como un bello recuerdo... mas no como una posibilidad...
Pero de nada sirve fingir o intentar huir...
Porque, a donde quiera que vaya, lo llevo siempre dentro de mí...
Mas no sé por qué de pronto me siento perdida...
Sólo me hallo tras la sombra de su olvido, su silencio y su desdén...


No puedo engañarme a mí misma...
Ni puedo seguir ocultándome de la verdad...
Vivo cada día aferrándome al pasado...
Aferrándome a los recuerdos, al perfume de su esencia, al sonido de su voz y a la luz de su mirada...
Vivo cada día en compañía de su ausencia...
Teniéndolo siempre tan cerca y tan lejos de mí...


No puedo pretender que, del ayer, ya no quedan heridas...
Quizá no supe encontrar la forma de conocerle y hacerlo feliz...
Pero, por más que pienso, no puedo comprender por qué razón lo perdí...
Por qué se marchó tan repentinamente...
Por qué se alejó sin decir nada...
Y, de nuevo... nuestra despedida pendiente...
Y esas temibles palabras acechando mi mente...
"Y si..."


¿Y si él me hubiera amado tanto como lo amé yo?
¿Y si él no hubiera huido?
¿Y si él se hubiera quedado a mi lado?
Pude haberlo hecho feliz...
Pudimos ser un "nosotros"...
Y no sólo un "él" y una "yo"...
Pudo ser un "para siempre"...
Un "estoy contigo hasta el final"...
Pudieron ser tantas cosas...
Pudimos ser tanto para ambos...
Pero el destino se burló implacable y traicionero...


Y hoy... hoy me ataca a cada instante con recuerdos...
Con efímeras imágenes que cruzan raudas por mi mente...
Sucesos vividos... historias inventadas...
Una vida que no debió ser real... que debió ser una utopía...
Después de todo... soy sólo la sombra de lo que una vez fui...
Soy la volátil ceniza de la pasión que una vez ardía dentro de mi pecho...
Soy la frágil y marchita flor que agoniza bajo mi ventana...
Soy el canto que se pierde en el viento...
Soy la palabra en silencio que viaja hacia el olvido...
Soy la gota de lluvia... frígida y perdida... que se desploma bruscamente en el árido suelo...
Soy la lágrima seca que cae sobre mi mejilla...


¡Rayos! Me siento como un espacio vacío...
Como una nada...
Como alguien que pudo haber sido... pero no fue...
¿Y si ya es tarde?
¿Y si para mí no existe la esperanza de hallar el amor?
He de permanecer entonces en el filo de la navaja...
Entre la plenitud y el vacío...
Entre el sentimiento y la razón...
Entre el sosiego y la preocupación...
Entre la esperanza y la resignación...

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