Existe un espectro en casa...
A veces se sienta a comer con todos a la hora de la cena...
El fantasma habla, pero nadie le escucha... y a nadie parece importarle su presencia...
La mayor parte del tiempo, ni le notan...
Es simplemente invisible... inaudible... e intocable...
Por las noches, el fantasma llora... y sus lágrimas queman...
La madre no le reconoce...
El padre, mucho menos...
Los hijos a veces le hablan... pero el contacto no dura mucho...
La mascota es la única que le mira y le mueve la cola...
El fantasma se contenta de que al menos un humilde ser viviente se da cuenta de su existencia...
Cuando la familia se va... el espectro se queda...
Puertas cerradas... silencio absoluto...
Es entonces cuando el fantasma se siente lo suficientemente libre como para dejarse ser...
Su imaginación vuela lejos... y canta...
El fantasma brilla ante una sala vacía...
Emana arte y luminiscencia en cada recoveco de su ser...
Lástima que la familia con la que convive a diario no aprecia su arte, porque están demasiado ocupados ignorándole...
Yo le veo de vez en cuando en el espejo...
Sí, existe un fantasma en casa...
Ese fantasma... soy yo...
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Pequeños poemas en prosa
RandomUna recopilación de textos que escribí hace muchos años... antes de que mis letras me abandonaran. Está dividida por Arcos. Cada Arco corresponde a una persona, salvo EGO I y II que son míos, antes y después del paso de esas personas en mi vida. He...