Mi querido muchacho de efímera presencia...
Hoy, después de tantas horas de impasible agonía, por fin he podido verte nuevamente...
Cómo no emocionarme en tu cercanía, si aun estando lejos, mis ojos pueden reconocerte en un fragmento de segundo...
Cuánto he añorado esa sensación en mi pecho que sólo tu esencia provoca... que sólo se desata cuando tu fisionomía se inunda entre mis ojos...
Sin embargo, he de confesar con la deshonra de un alma atribulada y arrepentida del tiempo perdido, que todavía no tengo el valor de mirarte de frente...
Aún me gana la cobardía...
El miedo se abre paso en mi memoria y destierra el ínfimo coraje que, a duras penas, logra forjar la fantasía...
Cuán trémula se torna mi cordura en tu presencia, mi gentil y cruel muchacho...
La poca lucidez que me queda en esos instantes, sólo maquina la forma de acortar tan ruin lejanía de tu ser...
Y, muy a pesar que desde hace tiempo volví a ser un fantasma como siempre había sido antes de vislumbrar tu piel por vez primera, el alma se agita en desvaríos y confusiones... el corazón acelera su ritmo atolondradamente cuando noto tu existencia...
A ratos me convenzo de que aún soy visible para ti, aunque hace tanto que retorné a mi forma diáfana y sombría...
Por lo menos hoy, mi querido muchacho de caminar pausado, me has dado la dicha de contemplarte... de poder tocarte, aun por accidente, mientras fingía que estaba distraída...
Me has otorgado la felicidad absoluta de pasar tan cerca de mí sin motivo alguno, aun cuando yo no estaba en compañía de la soledad...
Bien sé que tu mirada ya no se dirige hacia donde estoy...
Sé que has hallado a quien puede amarte como yo quizá jamás habría podido...
Sé que ni aun teniendo una eternidad y media, podría estar contigo...
Mas hoy... aunque sea por un raudo instante, mi querido muchacho de mirada ausente... me has dado la plenitud que hace tanto no sentía...
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Pequeños poemas en prosa
RandomUna recopilación de textos que escribí hace muchos años... antes de que mis letras me abandonaran. Está dividida por Arcos. Cada Arco corresponde a una persona, salvo EGO I y II que son míos, antes y después del paso de esas personas en mi vida. He...