Ah, mi querido muchacho...
La mirada se posa sin pensar en tu fisionomía...
El corazón se acelera en el instante de tu cercanía...
El hálito de mi esencia se escapa y se desvanece...
No puedo evitarlo...
¿Cómo luchar contra esto que, en mí, provocas?
¿Cómo encontrarle lógica a sentir tanto por un perfecto extraño?
¡Un perfecto extraño!
Si las cosas hubieran sucedido de otra manera, ¿sería acaso que percibiera estas mismas sensaciones hasta ahora?
Es la primera vez que me sucede...
Que siento algo por alguien que no conozco en lo más mínimo... y que ni siquiera tiene la mitad de características físicas que me atraen...
¿Podría ser una señal?
¿Podría ser que estamos destinados?
Una mitad de mi mente no deja de tejer fantasías...
La otra mitad dicta que es sólo una estupidez... y que estoy perdiendo el tiempo...
Pero yo no mando en lo que a mis emociones respecta...
Tú y sólo tú haces que mi esencia se agite en demasía con tu sola presencia...
¿Cómo lo logras? No puedo saberlo...
Simplemente lo haces...
Y provoca que odie y ame en igual medida el que me gustes tanto...
Mi querido muchacho... al que jamás conoceré...
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Pequeños poemas en prosa
RandomUna recopilación de textos que escribí hace muchos años... antes de que mis letras me abandonaran. Está dividida por Arcos. Cada Arco corresponde a una persona, salvo EGO I y II que son míos, antes y después del paso de esas personas en mi vida. He...