Vuelve... no te alejes más

63 1 0
                                    

Fondo musical:

Dulce olvido... gélido despertar...
El mundo se vuelve un espejismo...
Un oasis que no logro alcanzar...


Mi regazo está vacío...
Mi pequeño ángel ya no está...
¿A dónde has ido, amor mío?
Estás muy cerca, mas no te logro encontrar...
Escucho tu voz en la lejanía...
Pero no te alcanzo a divisar...


Vuelve aprisa, mi cielo...
Me consume la soledad...
La llama, que antes ardía intensa...
Muy pronto se apagará...
¿Quién podrá entibiar mi alma ahora?
Si no vuelves, el frío regresará...
Los vientos del Norte soplan en silencio...
Su dulce melodía han dejado de cantar...


Hay sólo una estrella en el horizonte...
Sus hermanas... ¿dónde estarán?
No han querido acompañarla esta noche...
Y la luna... pálida y triste... ha vuelto menguar...


Observo esa pequeña estrella...
Y pienso de nuevo en tu mirar...
Miro mis manos, ansiosas y vacías...
Sólo quieren volverte a acariciar...
El espacio que hay entre mis brazos...
Pide que, en ellos, te vuelvas a acurrucar...
Mis labios, ávidos y marchitos...
Anhelan, la calidez de los tuyos, volver a probar...
Porque eres mi ángel... mi pequeño ángel...
Como tú no hay nadie más...
Es a ti a quien amo únicamente...
Quisiera verte regresar...


No estás lejos... eso lo sé bien...
Pero esta distancia no la puedo soportar...
No estás lejos... sólo estás perdido...
Pero por más que intento, no te logro hallar...


¿Acaso te estás escondiendo?
¿De mí? ¿Por qué será?
¿Tienes miedo por lo que ha pasado?
Tranquilo, amor mío... ya no temas más...
Y qué, si ella me ha amenazado por estar contigo...
Me elegiste, ¿no es así? ¿Por qué te vas a doblegar?
Sé que quieres verme a salvo...
Mas tu indiferencia me hace mal...
Sé que ambos estamos sufriendo...
Pero la distancia no lo resolverá...


Vuelve a mis brazos, mi pequeño ángel...
Cada vez te extraño más...
Te tengo tan cerca y tan lejos...
No lo puedo tolerar...


Odio ver tus manos...
Y saber que ya no las puedo tomar...
Odio ver tus brazos...
Y saber que, en ellos, ya no me puedo refugiar...
Odio ver tus labios...
Y saber que ya no los podré besar...
Odio ver tus ojos...
Y saber que la tristeza también invade tu mirar...


¿Qué hago entonces, mi pequeño ángel?
¿Me resigno... o lo intento una vez más?
No haré nada que no quieras...
Pero aún quiero luchar...
Respetaré tu decisión... sea cual sea...
Tan sólo... dame una señal...
Vuelve pronto, mi pequeño ángel...
Vuelve... no te alejes más...

Pequeños poemas en prosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora