Redención

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Cómo empezó... ya casi no recuerdo...
Era el atardecer de un hermoso día cuando le conocí... y su esencia me cautivó...
Serenamente surgía al ritmo de sus labios...
Como el enérgico ulular del viento, su voz...
Y en aquél momento, que parecía haberse detenido...
Una tierna melodía, dentro de mi pecho, lentamente vertió...


Y como si no existiese el tiempo, contemplé sus ojos...
Vastos luceros con un brillo encantador...
Como una niña, me perdí en su mirada...
Y me refugié entre sus brazos, en su piel, en su calor...
Ilusionada, creyendo que finalmente había hallado el amor verdadero...
En un beso le entregué mi corazón...


De pronto, la luz de alba aurora se extinguía...
Y la claridad de aquel romance, entre sombras, se marchitó...
Fue aquél un triste poema de despedida...
Y, mientras le veía, una mustia melodía sonaba en mi interior...
Como cuando el firmamento envuelve con sus alas el cantar de los ángeles en evanescentes estrellas...
Así era ésa, la arcana sensación de vacío y de aflicción...


Después de la más dolorosa caída...
Sentí que mi mundo entero se desmoronó...
Los sueños se perdían en noches de tristeza...
Se escapaban entre las lágrimas que mi alma derramó...
Nunca pude entender qué hice mal...
Mil y un veces me pregunté qué fue lo que, de mí, lo alejó...
Me negaba a condescender ante su indiferencia...
Pero simplemente tuve que aceptar la resignación...


Ahora me doy cuenta de lo tonta que había sido...
Llorar por quien no merece mi amor...
No vale la pena sufrir por quien no me valora...
Sé que pronto llegará alguien mejor...


Cuando te fallan, es necesario alejarte...
Al menos por un tiempo... mas no le guardaré rencor...
La cicatriz siempre quedará impresa...
Y dolerá hasta que llegue el perdón...


Porque todas las estrellas se desvanecen...
Pero algún día las volveré a ver con emoción...
Mi sonrisa brillará fuerte...
Porque una estrella también soy...
Forjaré con bríos mi destino...
Y ya no sentiré temor...
Nunca podré cambiar lo que fue y lo que se ha ido...
Pero sí puedo decidir qué haré cuando vuelva a salir el sol...
Simplemente viviré y seguiré mi camino... buscaré un nuevo comienzo...
Y dejaré de hacer llorar a mi corazón...

Pequeños poemas en prosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora