Pequeños poemas en prosa

* improvisación *

Mi soledad a veces me desespera... pero también me gusta...

Es como la droga que es enfermedad y a la vez cura...

No, no hablo del amor... porque eso hasta a mí no llega...

El amor es como la lluvia...

Tiene cierta hermosura... e incluso te podría hacer sentir renovado...

Pero si te expones por mucho tiempo... terminarás enfermándote...

En cambio, la soledad... se vuelve hermosa cuando aprendes a convivir con ella...

A diferencia del amor, jamás te lastima...

Porque cuando amas, y te duele... no es porque tú quieres...

Pero cuando estás solo, y te duele... es porque tú mismo no dejas que sea de otra manera...

Es así de simple...

A muchos les desagrada tanto la idea de quedarse solos... que inventan excusas tontas y se desesperan por tener compañía...

Algunos incluso dejan de ser ellos mismos sólo por buscar aprobación...

No le veo sentido...

¿Por qué sería tan malo estar en compañía de uno mismo?...

¿Qué tiene de malo escuchar el silencio y hacer un viaje de introspección?...

Muchos te llaman cobarde por estar solo...

¿Pero acaso no es más cobarde aún necesitar compañía por desespero por miedo mismo a la soledad?...

La soledad te vuelve fuerte... te enseña a levantarte sin ayuda... te enseña a amarte a ti mismo... y apreciar la verdadera amistad...

Porque cuando eres un ser solitario, sólo los verdaderos amigos se quedan...

En cambio, el amor te malacostumbra... te vuelve dependiente... te enseña que necesitas de otro ser humano para ser feliz, porque contigo mismo no basta...

A veces te vuelve egoísta... porque quieres a ese otro ser sólo para ti...

Y creo que, viéndolo bien... prefiero a la soledad antes que al amor...

El amor es efímero... y puede acabar un día...

La soledad es leal... y, por mucho que le des la espalda, jamás te abandonará...