Morir en esta soledad, es un dulce sacrificio por amarte...
Saber que jamás llegarás, no hará que yo deje de esperarte...
Y sin embargo, esta oscura soledad me va matando minuto a minuto, pero no puedo ni quiero hacer nada al respecto...
Te necesito tanto...
Eres tan sólo un sueño... lo sé...
Aún así, esta agonía de verte y no poder tenerte me hiere profundamente...
Me estás prohibido... pero eres lo que más deseo...
Es tan doloroso escuchar el suave lamento de mi voz, ahogada por el silencio y la soledad...
Simplemente no puedo arrancarte de mi alma...
Esa silueta tuya día a día aparece insólitamente en mi cabeza... obstruyendo mis pensamientos...
Y no debo amarte... pero es inevitable hacerlo...
¿Qué has hecho para apoderarte así de mí?
¿Qué he hecho yo para merecer este castigo de aferrarme tanto a tí?
Si tan sólo pudiera abrazarte, besarte, tocarte... aunque fuera una sola vez...
Si tan sólo existiese una manera de encontrarnos...
Pero tu sombra me persigue...
Y yo he de volverme condescendiente ante tu presencia...
Odio amar esos instantes en los que me vuelvo, de tu mirada, cautiva...
Detesto sentir cómo lentamente caen mis lágrimas por mis mejillas, quemándome como ácido en mi gélida piel...
Y, aún así, no puedo dejar de amarte...
No puedo dejar de imaginar que estás aquí, conmigo...
Estoy inmersa en un mundo donde me es imposible discernir entre la fantasía y la realidad...
Y sólo quedan dos caminos...
Vivir lamentándome el resto de mi vida por el tiempo que perdí esperándote...
O vivir contigo, en tu infinito universo, donde el tiempo y el espacio se funden con nosotros...
Es que no puedo dejar de pensar en ti...
Tu imagen se la pasa dando vueltas en mi cabeza...
Tu voz, lejana y latente, estremece mi alma, mi espíritu, mi corazón...
No pasa una sola noche sin que estés en mis sueños...
Así, tú abrazándome, y yo, refugiada entre tus brazos, sentiría el calor de tu cuerpo...
Y las dulces palabras que salen de tu boca me llenarían de emoción hasta lo más profundo de mi ser...
Y yo me perdería en la inmensidad de tu mirada...
Perdida... pero a salvo...
Y tus labios se juntarían con los míos, en un cálido y tierno beso de amor real... queriendo que jamás nos separemos... que sigamos amándonos...
Y tú, acariciándome delicadamente, te abrazaría más fuerte...
Y, entre besos, te diría mil veces que te amo...
Que no existe una persona más importante para mí que tú...
Que aunque llegara un día en que debamos separarnos, te amaría con la misma pasión y fuerza que ahora...
Que aunque vengan más personas a mi vida, tú, y sólo tú, serás el primero... mi primero y verdadero amor...
Y si por alguna razón la muerte llevara mi cuerpo consigo, mi alma te acompañará a donde vayas...
Hasta que nos reencontremos en el paraíso...
Donde nos seguiremos amando durante toda la eternidad...
Porque soy tuya...
Sólo tuya...
Por siempre tuya...
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Pequeños poemas en prosa
RandomUna recopilación de textos que escribí hace muchos años... antes de que mis letras me abandonaran. Está dividida por Arcos. Cada Arco corresponde a una persona, salvo EGO I y II que son míos, antes y después del paso de esas personas en mi vida. He...