Fondo musical:
A diario me encuentro en compañía de su ausencia...
Me hace tanta falta...
Ahora, al pronunciar su nombre, sólo puedo escuchar el eco silencioso de un espacio vacío...
Un espacio que es sólo suyo...
Un espacio que tan sólo él supo llenar...
Ahora invadido de recuerdos grises y penosamente iluminados...
Con la soledad a un lado...
Y esa envidiada Luna que es la misma para ambos...
Que puede velar su sueño mientras yo suspiro por tenerlo un instante a mi lado...
Ahora... sólo veo una nada...
Un silencio...
Una palabra al viento sin ser escuchada ni respondida...
Una canción inconclusa...
Un poema sin sentido...
Un recuerdo perdido...
Una certeza de que jamás volverá...
Una historia inventada, porque en realidad nunca fue para mí...
No pude cuidarle, ni darle todo lo que era suyo... incluso más suyo que mío...
Porque todo lo mío era para él...
Sólo veo las cenizas y escombros de lo que fue un sueño...
Las ruinas de un castillo que se cayó estrepitosamente...
Y de nuevo la tristeza, la melancolía y la desolación...
Vienen, a mis ojos, brillantes lágrimas que sólo a él le pertenecen...
Lágrimas que velan mis ojos y me impiden mirar al cielo estrellado...
Que me dejan ciega para contemplar nuestra constelación... esa que un día fue un augurio, un símbolo de buena suerte en el pasado...
Y hoy, no es más que testigo de mi desgracia y de mi cuento de hadas inconcluso...
Sólo escucho sollozos ahogados que, en inaudibles gritos, invocan desesperadamente su adorada fisionomía...
Mis manos, desnudas y vacías, mi lánguido cuerpo frío, mi aura gélida...
Y su presencia sigue ausente...
El evanescente sonido de mi voz no logra tocar su esencia...
Ni mi voz, ni mis palabras...
Hay tanto que debí decirle y no lo hice... tanto que me faltó por mostrarle, por expresarle, por escribirle...
Y me siento perdida, hueca e inútil... otra vez...
Es un círculo del que no veo ni final ni comienzo...
No puedo dejar de sentir su vacío, su ausencia...
No puedo dejar de extrañarlo, de añorarlo, de desearlo más que a nadie desde que partió...
Pero eso... eso fue hace ya mucho tiempo...
Ya perdí la cuenta de los días que llevo sin reír, sin sentir, sin ganas de mirarme al espejo...
No hay tonalidad ni matiz, sólo su ausencia repartiendo sombras por la casa...
Y no hay emoción, solo desdicha...
No hay sonrisa plena... porque todas son fingidas...
Tiempo... maldito tiempo...
Antes, efímero... para disfrutar de tanta gloria...
Antes, demasiado corto... para gozar de su presencia...
Antes, qué corta era mi vida para poder estar a su lado...
Y ahora, eterno... para sufrir en agonía...
Vida sobra para tanta pena...
Vida sobra para ahogarme en mi miseria, en mi fracaso, en la desolación por haber perdido la razón de mi existencia...
Se marchó sin pronunciar palabra alguna...
Se marchó sin decir nada...
Ni siquiera un adiós...
Un hasta pronto...
O un... hasta siempre...
Nada...
¿Qué podía decirme si sabía que yo no iba a resignarme?
¿Qué frase suya podía haberme consolado ante su partida?
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Pequeños poemas en prosa
RandomUna recopilación de textos que escribí hace muchos años... antes de que mis letras me abandonaran. Está dividida por Arcos. Cada Arco corresponde a una persona, salvo EGO I y II que son míos, antes y después del paso de esas personas en mi vida. He...