Mi querido muchacho de pausado andar y mirada ausente...
El subconsciente intenta convencerme en todas las formas posibles de que tú jamás serás mío...
De que tienes ya un romance justo a tu medida...
De que en tu futuro yo no encajo ni interfiero...
Sin embargo, ¿cómo negar ese sentir que se desborda en mis adentros cuando mis ojos vislumbran tu silueta en la lejanía?
Es como si mi vista hubiera sido destinada a encontrarte cuando tengo la fortuna de coincidir en el mismo espacio en el que estás tú...
Es inevitable para el corazón acelerar el ritmo cuando te apareces de repente...
Es indispensable persuadir al inconsciente de que te deje ser mío, aunque sea sólo aquí en mente...
Pues bien sé que la dicha de estar entre tus brazos, mi gentil y cruel muchacho, se quedará en la fantasía...
No es como si fuera la primera vez que me quede con las ganas de un beso... quizá es porque no recuerdo ya cómo se sentía...
Eres la esperanza infundada que más tiempo se ha quedado conmigo...
A estas alturas, si no tengo ya la oportunidad de llamarte amor... cuanto menos déjame ese premio de consolación que supondrá llamarte amigo...
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Pequeños poemas en prosa
RandomUna recopilación de textos que escribí hace muchos años... antes de que mis letras me abandonaran. Está dividida por Arcos. Cada Arco corresponde a una persona, salvo EGO I y II que son míos, antes y después del paso de esas personas en mi vida. He...